Hace unos días, fue noticia la salida de Azucena Uresti del noticiero estelar de Milenio Televisión, en un mensaje en redes sociales, la periodista menciona que “el periodismo está bajo acoso y amenaza”.
Agradeció a una larga lista de compañeros y mentores, donde resalta el “agradecimiento siempre para usted aquí Benavides quien me enseñó tanto y tantas veces me respaldo …. Que falta me hace”.
Es arriesgado culpar de censura a algún poder, sin embargo, no debemos dejar pasar la cantidad inusual de “despidos” de espacios críticos de periodistas y comunicadores en este sexenio.
Ricardo Alemán, Carlos Loret, Lopez Dóriga, Brozo, Azucena Uresti, Pablo Hiriart, Alazraki, Angel Verdugo, León Krauze, Ana Paula Ordorica, Rubén Cortes, Enrique Muñoz, Adela Micha, entre otros.
El común denominador de ellos era su crítica al actual gobierno, y debemos entender que esto siempre ha sucedido, el peso del cuarto poder, siempre ha estado presente, sin ser inocentes, seguramente manejado de otra forma y también con aplaudidores, comprados como algunos de los que asisten a la mañanera.
Tampoco podemos dejar pasar los 163 periodistas asesinados en los últimos 23 años, de los cuales 51, el 31% de 2018 a la fecha, también con el común denominador, de cuestionar al poder.
A esta lista también se suman madres buscadoras, empresarios, clérigos, sociedad civil, que son criticados y señalados abiertamente por tener una opinión distinta.
Sin defender ninguna línea editorial, el peor camino al que debemos transitar, es al silencio de esas voces o plumas y menos de manera violenta.
En todas las democracias, debe existir el equilibrio, primero por los poderes constitucionales, pero también con contrapesos de la sociedad civil y medios de comunicación, difícil es pensar que todo estará bien o que debemos aceptar todas las acciones con una fe ciega, si lo hacemos, cada día estaremos más silenciados.
Pero tampoco podemos cegarnos al interés económico por el cual, algunas voces o plumas se rentan, ahí es donde queda nuestra madurez para identificar el peso que debe tener cada uno de ellos.
Deberíamos preguntarnos, qué sigue en la persecución en este sexenio y seguramente en los siguientes, ¿censura o renuncia voluntaria?
POSDATA:
PRI Michoacán, no acreditó ante el IEM su participación en la coalición con PAN y PRD, ¿ omisión o intencionalmente ?
¡Es tiempo de los ciudadanos!
Abelardo Pérez Estrada
Empresario, analista político, Expresidente CANACINTRA