En el equipo de transición de Claudia Sheinbaum y en Palacio Nacional sorprendieron las acusaciones recientes contra David Aguilar Romero, titular de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), a quien se conoce y respalda ampliamente.
Se comenta que estas acusaciones podrían ser parte de una campaña orquestada por el entorno cercano de Marcelo Ebrard, quien, frustrado tras perder la candidatura presidencial, buscaría debilitar a un funcionario del gobierno de Andrés Manuel López Obrador para fortalecer su posición política en otros ámbitos.
Pese a la resonancia de las acusaciones de acoso laboral contra Aguilar Romero, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y la Secretaría de la Función Pública no encontraron pruebas que las sustenten. La actuación de Ebrard genera preocupación dentro de la Cuarta Transformación, especialmente por su historial de comportamiento y su aparente distanciamiento de Morena tras su derrota como candidato del partido.
Nos cuentan que la CNDH descartó la existencia de pruebas suficientes para acreditar un caso de acoso en la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), a pesar de la difusión de información sobre un presunto incidente. Según la CNDH, la supuesta afectada, Giovanna Perales, se negó a realizar una prueba pericial en psicología, lo que impidió continuar con la investigación.
“Del análisis practicado al escrito y de la evidencia obtenida, se advirtió que no existen elementos que acrediten las violaciones a los derechos humanos, aunado a su negativa expresa a someterse a la prueba pericial en psicología ante este Organismo Nacional, a fin de poder continuar con la presente investigación y estar en posibilidad de allegarnos de elementos probatorios suficientes y poder valorarlos en su conjunto, de conformidad con los artículos 39 fracción III, IV y 41 de la Ley de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos”, se lee en el veredicto del expediente CDNH/6/2024/6129/Q, concluido desde el 28 de junio pasado.
El documento, firmado por María del Carmen Ojesto Martínez, directora General Encargada de Despacho de la Sexta Visitaduría General, también señala que no existen antecedentes de que Perales haya presentado alguna queja formal ante el Comité de Ética o el Órgano Interno de Control de la Profeco. Esto, según el documento, sugiere que no hubo omisión por parte del personal de la Profeco en atender la reclamación conforme al Protocolo para la Prevención, Atención y Sanción del Hostigamiento Sexual y Acoso Sexual.
Según el relato de los hechos proporcionado por el titular de Profeco, David Aguilar Romero, la denuncia presentada por Perales Salem no coincide con la realidad de su situación laboral. Perales estaba adscrita a la Dirección General de lo Contencioso y de Recursos de la Subprocuraduría Jurídica como Jefa de Departamento "C", en modalidad eventual, donde Aguilar Romero no era su responsable directo. Tras renunciar voluntariamente el 16 de abril de 2023, se trasladó a la Coordinación General de Educación y Divulgación como Jefa de Departamento "A".
Las tensiones surgieron, según el documento, cuando se le informó que debía estar preparada para la designación de un nuevo titular en la Coordinación. “Una vez ya en el cargo de titular, le exigió que le ayudara a ser adscrita o comisionada a otra área para poder conservar su empleo hasta el 31 de diciembre de 2023”, se explica en la carpeta de seguimiento. Sin embargo, su situación laboral fue resuelta al ser asignada a la Oficina de Mejoramiento Operativo de la Dirección General de Oficinas de Defensa del Consumidor, donde renunció de manera voluntaria el 15 de enero de 2024.