Hay un dicho que reza: “No a todos les queda el puro, nomás a los hocicones”. La traducción de este pedazo de sabiduría popular significa que no todos estamos hechos para cumplir un objetivo, sino que se requieren las habilidades y el conocimiento para conseguirlo.
Basta con que uno haga memoria sobre las grandes pifias del gobierno en su advocación de administrador para darse cuenta de que el “puro” le ha quedado demasiado grande a muchas administraciones federales, no sólo a la actual.
A qué me refiero: está más que comprobado que el gobierno en general, pero éste en particular, es un muy mal administrador de empresas. Porque para eso de hacer dinero, no hay quien le gane a la iniciativa privada, eso es un hecho.
En este sentido, recién se dio a conocer que la empresa Exportadora de Sal (ESSA) de Guerrero Negro, Baja California Sur, tiene embodegadas más de 5 millones de toneladas de producto debido a la falta de clientes internacionales.
En el sector también se habla que esta empresa se convirtió en propiedad de la nación el 24 de febrero de 2024 bajo el argumento de diversas irregularidades, después de un proceso de nacionalización que consistió en la compra millonaria de 49% de participación a la empresa japonesa Mitsubishi, una compra hostil promovida por el gobierno de México.
La salinera hoy en día es considerada la primera productora del mundo y forma parte del conjunto de minas a cielo abierto que son parte de los procesos que el gobierno quiere prohibir. Por otro lado, es evidente que un negocio como este necesita del colmillo empresarial para seguir siendo rentable y lo que está pasando por ESSA es justo lo contrario.
Para nadie es secreto que las empresas de la iniciativa privada tienen que trabajar muy fuerte para tener éxito y seguir dando la batalla en el mercado; cosa que no pasa con las empresas propiedad del Estado que fracasan la mayoría de las veces, y por su mala administración terminan siendo subsidiadas para cubrir las malas decisiones, más de carácter político que de negocio.
El asunto de ESSA deberá de atenderse debidamente, porque las pifias administrativas terminan pagándose con dineros públicos, dineros del pueblo, que bien podrían dedicarse a otros asuntos más urgentes como seguridad, salud o educación.
Por lo pronto, la mina de sal tiene en sus manos el destino de más de mil familias que dependen de los empleos que genera.
Otros buenos ejemplos de inversiones multimillonarias que, por cierto, superaron los presupuestos originales son la refinería Olmeca en Dos Bocas, el Aeropuerto Felipe Ángeles y el Tren Maya. Para estos casos, una legión de escépticos espera ser callada cuando el gobierno dé a conocer números positivos en los que se correspondan positivamente la inversión y la rentabilidad. Eso siempre será lo más deseable. En tanto, la Comisión Federal de Electricidad pasó de tener utilidades a pérdidas multimillonarias. Al tiempo.
A cielo abierto
1.-Una vez aprobada la reforma al Poder Judicial, lo que se viene es la discusión en el Poder Legislativo de la reforma constitucional del presidente en la que se busca prohibir las concesiones mineras a cielo abierto en México y hay estados que están muy preocupados por esto. Miren, en el caso de Sonora el 80% de las minas tendrían que cerrar apenas empiece el año. La votación se estaría dando en la última semana de septiembre o en la primera de octubre