La sociedad exige que nuestro Movimiento actúe bajo los principios democráticos que nos dieron origen, lo cual, es un aspecto crucial para garantizar la legitimidad y la participación activa de la militancia.
MORENA no es solo un partido político, es un movimiento que surge de las entrañas del pueblo y debe responder a sus necesidades y aspiraciones.
La democracia interna se sustenta en la aplicación de procesos transparentes, inclusivos y participativos en la toma de decisiones.
Cuando estos mecanismos democráticos son efectivos, las organizaciones se convierten en espacios donde la diversidad de opiniones es valorada y donde la voz de toda la militancia es escuchada y considerada.
Nuestro movimiento surgió de las luchas y movimientos sociales del país, las y los fundadores somos reflejo de ello.
Estábamos aquí cuando no había cargos en disputa, luchando codo a codo por consolidar nuestra organización.
En el presente proceso electoral, no podemos olvidar que son esas bases de personas convencidas del proceso de transformación las que dan vida a Morena.
Nuestros principios se fueron construyendo en las calles y con ellos se ha guiado el Movimiento; por eso es fundamental que este proceso de selección de las y los candidatos se basará en un acto de profundo respeto hacia la dignidad del pueblo y a aquellos que hemos luchado incansablemente por recuperar sus derechos.
Estoy convencida de que la selección de las y los candidatos debería ser un ejercicio participativo y democrático, basado en un profundo compromiso con las causas que realmente importan: la justicia social, la igualdad, el bienestar del pueblo, la defensa de los derechos humanos y la soberanía nacional.
Solo aquellos candidatos y candidatas que encarnen estos valores de manera auténtica y sincera deberían ser considerados para representar a MORENA. De lo contrario corremos el riesgo de repetir los errores del pasado, donde el oportunismo se apodere de nuestra organización.
Nos encontramos en una encrucijada que se ha ido resolviendo entre el continuismo con los mismos políticos reciclados de siempre o transformación con las y los fundadores, y la dirigencia ya ha tomado un rumbo. Entiendo la inconformidad de las bases por el proceso de selección, pero confío en el poder de la organización y que juntas lograremos que MORENA siga siendo fiel a su compromiso con el bienestar del pueblo de México. Solo así se podrá construir un país más justo.Blanca Piña
La sociedad exige que nuestro Movimiento actúe bajo los principios democráticos que nos dieron origen, lo cual, es un aspecto crucial para garantizar la legitimidad y la participación activa de la militancia.
MORENA no es solo un partido político, es un movimiento que surge de las entrañas del pueblo y debe responder a sus necesidades y aspiraciones.
La democracia interna se sustenta en la aplicación de procesos transparentes, inclusivos y participativos en la toma de decisiones.
Cuando estos mecanismos democráticos son efectivos, las organizaciones se convierten en espacios donde la diversidad de opiniones es valorada y donde la voz de toda la militancia es escuchada y considerada.
Nuestro movimiento surgió de las luchas y movimientos sociales del país, las y los fundadores somos reflejo de ello.
Estábamos aquí cuando no había cargos en disputa, luchando codo a codo por consolidar nuestra organización.
En el presente proceso electoral, no podemos olvidar que son esas bases de personas convencidas del proceso de transformación las que dan vida a Morena.
Nuestros principios se fueron construyendo en las calles y con ellos se ha guiado el Movimiento; por eso es fundamental que este proceso de selección de las y los candidatos se basará en un acto de profundo respeto hacia la dignidad del pueblo y a aquellos que hemos luchado incansablemente por recuperar sus derechos.
Estoy convencida de que la selección de las y los candidatos debería ser un ejercicio participativo y democrático, basado en un profundo compromiso con las causas que realmente importan: la justicia social, la igualdad, el bienestar del pueblo, la defensa de los derechos humanos y la soberanía nacional.
Solo aquellos candidatos y candidatas que encarnen estos valores de manera auténtica y sincera deberían ser considerados para representar a MORENA. De lo contrario corremos el riesgo de repetir los errores del pasado, donde el oportunismo se apodere de nuestra organización.
Nos encontramos en una encrucijada que se ha ido resolviendo entre el continuismo con los mismos políticos reciclados de siempre o transformación con las y los fundadores, y la dirigencia ya ha tomado un rumbo. Entiendo la inconformidad de las bases por el proceso de selección, pero confío en el poder de la organización y que juntas lograremos que MORENA siga siendo fiel a su compromiso con el bienestar del pueblo de México. Solo así se podrá construir un país más justo.
Profesora jubilada, prestó sus servicios a la educación en Michoacán por 32 años, realizó sus estudios en el Instituto de Capacitación para los Maestros de Michoacán y en el Centro de Cooperación Regional para la Educación de Adultos en América Latina y el Caribe (CREFAL). Es promotora cultural y activista por los derechos de las mujeres. En dos ocasiones fue Consejera Estatal de MORENA en Michoacán y, desempeñó el cargo de Secretaria de Arte y Cultura del Comité Ejecutivo Estatal del MORENA también en Michoacán. Actualmente es Senadora de la República por Michoacán e integrante de las Comisiones de Educación, Trabajo y Previsión Social, Cultura, Para la Igualdad de Género y Relaciones Exteriores de América Latina y el Caribe en ese órgano legislativo. Facebook @SenadoraBlancaPina, Twitter: @BlancaPinaG