Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- Resultó todo un atractivo. Aunque el cierre vehicular en el Centro Histórico fue una medida impuesta para reducir los riesgos de contagio de Covid-19, a los morelianos les vino bien la iniciativa y aprovecharon el domingo para pasear a placer por la Avenida Madero.
"Mira qué bonito se ve así", le decía una señora a su hija mientras capturaba la escena con su celular. Como ella, muchos ciudadanos caminaron el primer cuadro del centro sin más motivo que el de apreciar un paisaje que es poco común.
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Algunos fueron más creativos y reactivaron de manera involuntaria la Ciclovía Recreativa, pues las bicicletas y patines no pudieron faltar ante la mirada de policías que poco podían decir o hacer, pues el protocolo de acción no menciona nada sobre este punto.
Los negocios que se ubican en los portales también fueron privilegiados, pues casi todas sus mesas estaban ocupadas con comensales y lejos de parecer tiempos de pandemia, daba la impresión que se estaba ante un día de celebración.
En el transporte público fue donde la medida no agradó del todo, pues los choferes tuvieron que ingeniárselas para tomar rutas alternas, aunque el viaje se demore más.
"Esto va ser un desmadre mañana" expresó el conductor de la ruta roja, quien en voz profética, advirtió que por ser domingo no había tanto problema, pero que entrando el lunes, se iban a tener que acostumbrar a días caóticos.
Los ruidos de los carros quedaron ausentes, pero dieron paso a los murmullos de la gente, que iban y venían en lo que es el último tramo del año, uno que parecía que nunca se iba a acabar.