Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- De ser templo de la orden agustina, el inmueble donde se fundó la biblioteca pública Gertrudis Bocanegra, en Pátzcuaro, fue previamente utilizado como oficinas de Hacienda hasta que en 1936 –el entonces presidente la República–, Lázaro Cárdenas del Río determina “rescatarlo” y “expropiarlo para convertirlo en biblioteca”.
Lo anterior fue referido por Gloria Blancas López, ex directora de la Biblioteca Gertrudis Bocanegra, quien en entrevista para El Sol de Morelia explicó que la actual vocación del antiguo templo la decidió Cárdenas del Río, al contemplarlo después de elegir al templo del ex convento jesuita en Morelia –hoy Biblioteca pública de la Universidad Michoacana– y al santuario de la Virgen de Guadalupe en Jiquilpan –actualmente Biblioteca pública Gabino Ortiz–, “para fundar las tres primeras bibliotecas públicas de Michoacán”.
De 1936 a 1938 se adapta como biblioteca –siendo iglesia hasta 1967–, nada más la parte del templo porque el teatro Emperador Caltzontzin se abre desde el 36
, dijo al estimar la cronología y señalar que el mural de Juan O’Gorman (1905-1982) se inició en 1941, un año después de que su proyecto de hacer 16 murales en Pittsburgh, Pennsylvania, fracasara a causa de sus inclinaciones ideológicas.
“O’Gorman era socialista y le presenta los bocetos a Edgar Kaufmann, un empresario capitalista a quien no le gustan los bocetos… entonces él le dijo que buscara un espacio donde quisiera y se haría cargo de los gastos del mural –en este caso, La historia de Michoacán–, que finalmente tuvo un costo de nueve mil pesos”, precisó.
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La también promotora cultural, explicó que gracias a las relaciones del muralista con Cárdenas, le fue facilitado el espacio en el antiguo templo, que además habitó durante su estancia en la ciudad lacustre, al contar con “un departamento detrás del muro, donde vivía el sacerdote y más tarde lo utilizaba el primer bibliotecario”.
“Para 1941 O’Gorman se hospeda en ese departamento, luego en 1985 se viene abajo esa construcción y se tienen que hacer arreglos en la biblioteca porque el edificio tiene algunas fracturas, incluso en el mural”, dijo al señalar que en 2010 se descubren los apuntes de O’Gorman –y los murales religiosos de 1900–, al retirar la madera de la parte baja del muro.
Subrayó que O’Gorman se basa en los libros de Eduardo Ruiz para hacer una descripción preliminar de la historia de Michoacán. Sin embargo, dijo que el artista
también pone en juego su pensamiento sobre la política de ese momento.
“En 1939 le hacen retirar del aeropuerto de la Ciudad de México un mural donde pinta una figura con dos cabezas: la de Mussolini y la de Hitler. Empero, él introduce dos partes que no pertenecen a la historia de Michoacán, una donde se autorretrata con su esposa, a la cual juzga –por no darle importancia a lo descrito en el mural– y otra llamada el “Paraíso de ratas”, que trata sobre la Segunda Guerra mundial y pone al conquistador que utiliza la fuerza bruta, en vez de utilizar el cerebro, y en seguida pone a Stalin, Mussolini y Lenin”, explicó.
Asimismo, dijo que desde la apertura de la biblioteca se cernió una leyenda por la cual mucha gente del pueblo no entraba en el lugar: “se cuenta que ese edificio se iba a caer en un Jueves santo, por habérsele dado ese uso, entonces toda la gente de Pátzcuaro tenía esa idea y no asistían”, señaló.