Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- El llamado “Halconazo” ocurrió el 10 de junio de 1971, y representa uno de los episodios más sangrientos de represión estudiantil en la historia de México, en medio de la denominada “Guerra Sucia” que distinguió el gobierno de Luis Echeverría, quien fue presidente de 1970 a 1976.
Este evento secundó a la matanza de Tlatelolco de 1968, sin embargo es igual de trascendente que este, y cobró la vida de al menos 120 estudiantes, mientras los que resultaron heridos, fueron rematados en los hospitales.
De acuerdo a investigaciones posteriores, se sabe que este genocidio fue realizado por el grupo militar “Los Halcones”, un grupo de choque entrenado por la Dirección Federal de Seguridad y la C.I.A.
En medio de un ambiente represivo, las autoridades mexicanas ya habían obtenido experiencia tras el 2 de octubre de 1968, por lo que cuando estudiantes de la Universidad Autónoma de México y el Instituto Politécnico Nacional, se sumaron a la manifestación convocada por la Universidad de Nuevo León, implementaron medidas extremas a fin de contener la voz de ese sector.
“Los Halcones” habían recibido entrenamiento militar así como lecciones de kendo y, de acuerdo a documentos desclasificados en el Archivo General de la Nación, eran parte de la nómina del Departamento del Distrito Federal (DDF). Así mismo, diversas investigaciones académicas señalan como su líder y creador al coronel Manuel Díaz Escobar.
Por tal motivo, cuando los estudiantes salieron a las calles primero se toparon con policías, granaderos, tanques antimotines y vehículos militares para impedir su paso; y luego con un grupo entrenado especialmente para reprimirlos.
Pese a los intentos de Echeverría, así como de Alfonso Martínez Domínguez, regente en ese entonces de la Ciudad de México, por negar la matanza, las agresiones a la prensa que cubrió la manifestación, así como los testigos ciudadanos y las evidencias fotográficas hicieron imposible mantener oculto este hecho violento.
El exmandatario mexicano llegó a ser investigado años más tarde por el delito de genocidio, sin embargo en 2005 la carpeta fue cerrada, y ante la falta de pruebas de la relación de Echeverría con el “Halconazo”, un año más tarde fue exonerado de los cargos.