/ miércoles 26 de mayo de 2021

Alistan obras de teatro en preescolares de Michoacán

Los promotores de este ciclo mencionaro que realizar un proyecto de teatro para escuelas, en medio de la pandemia y el encierro fue un reto

Morelia, Michoacán-(OEM-Infomex).- Como un cuento de terror digno de Kafka, es como se podría definir a la experiencia de hacer el proyecto "72 funciones de teatro kamishibai para preescolares en 9 municipios de Michoacán", que está por llegar a Uruapan, Zitácuaro y Zacapu.

Sus promotores, Liliana Fraga Izaguirre y Ramón García Pérez, quienes relataron a El Sol de Morelia la odisea que ha implicado realizar un proyecto de teatro para escolares, en medio de un tiempo que ha incluido pandemia, encierro, vacunaciones y clases virtuales.

Ambos son artistas escénicos, radican en Morelia y, cuando el covid 19 apenas estaba paseándose por las calles de Wuhan, China, ellos habían pensado en llevar funciones a las escuelas, de forma presencial.

Foto: Cortesía | Perro Liebre

Liliana Fraga cuenta que justamente “el objetivo era llegar a los preescolares con poco o nulo acceso a este tipo de actividades culturales”, por lo que solicitaron apoyo al FONCA. Esto sí, llegó, en junio de 2020, cuando el Covid 19 ya se paseaba en todos los continentes.

“Nos preguntamos si hacerlo o no, estuvimos esperando. Podíamos mover cosas en septiembre u octubre, pero ya debíamos tener toda la logística, con preescolares designados en tenencias de La Huacana, Apatzingán, Zamora, Tlalpujahua, Hidalgo, Nahuatzen, Uruapan, Zitácuaro y Zacapu. Todo el mundo empezó a echarse atrás y es que ¿cómo haces un proyecto para kinders cuando no hay niños en ellas?” comentó Fraga Izaguirre.

Eso condujo, relató Fraga Izaguirre, a la reelaboración del proyecto: “volvimos a hacer todo y varios municipios nos cambiaron a los preescolares, para llegar a los que estaban más cerca de las cabeceras. Pero sucedió la segunda ola en este enero y cancelamos de nuevo hasta nuevo aviso”.

Fue entonces que se decidieron por la virtualidad, lo cual, según Fraga Izaguirre “implicó una curva de aprendizaje para definir cómo grabar y adaptar porque el kamishibai es de mucha interacción y muchas consignas de nuestra actuación dependen de lo que el público diga”.

Eso llevó a otro cambio del proyecto, para informar al FONCA sobre la producción audiovisual y la consecuente redirección de gastos. De acuerdo a lo relatado por Fraga Izaguirre, una vez hecha la producción “mandamos links de vídeo a través de whatsapp; pero nos dimos cuenta que en muchas escuelas decían ‘claro que sí me comprometo’ y luego no había ninguna vista, no hacían su trabajo. Les pedimos que nos agregaran a grupos de los papás, a cada maestro nos tocaba explicar cómo pasar y abrir el link”.

Frente a ese desgaste por conseguir vistas, optaron por otra vía, que fue contratar zoom “y entonces sí, pudimos ponernos de acuerdo con las escuelas para decir ‘el día tal, a la hora tal’ para ponerles la función”, agregó Fraga Izaguirre.

Eso les llevó un beneficio que no contemplaron al inicio, que fue el de tener diálogos con los niños luego de cada función, quienes les lanzaban preguntas tanto de la obra como de lo que implica ser actor o sobre si ellos podían escribir sus propios cuentos u obras. Se trata de momentos enriquecedores para los infantes pero también para los propios actores, como lo expresó García Pérez: “al final del video nos ponemos el vestuario y los niños piensan que es en vivo, es mágico”.

Pero la virtualidad dejó visible otra problemática del país, que es la marginación por falta de conectividad, según lo constató García Pérez: “tenemos años llevando arte escénico a zonas vulnerables y ese era el objetivo primordial, pero con todos estos cambios el público se vio modificado, se llegó a lugares con internet y no a donde hubiéramos ido en funciones presenciales. Algo positivo es que hemos visto que en las funciones está el niño con el papá, o la mamá o el abuelito”.

Las presentaciones virtuales comenzaron en febrero y ya han logrado llegar a Zamora, Tlalpujahua e Hidalgo; así como a La Huacana, Apatzingán y Nahuatzen, sitios en los que, además de lo virtual, también hubo 12, 6 y 6 funciones presenciales respectivamente.

En este mayo atienden Uruapan, con 6 funciones virtuales y Zitácuaro, donde darán 13 presentaciones; para junio llegarán a Zacapu, donde ofrecerán 5 espectáculos virtuales y 4 presenciales en la casa de cultura de ese municipio, los días 13, 14 y 15 de ese mes.

Morelia, Michoacán-(OEM-Infomex).- Como un cuento de terror digno de Kafka, es como se podría definir a la experiencia de hacer el proyecto "72 funciones de teatro kamishibai para preescolares en 9 municipios de Michoacán", que está por llegar a Uruapan, Zitácuaro y Zacapu.

Sus promotores, Liliana Fraga Izaguirre y Ramón García Pérez, quienes relataron a El Sol de Morelia la odisea que ha implicado realizar un proyecto de teatro para escolares, en medio de un tiempo que ha incluido pandemia, encierro, vacunaciones y clases virtuales.

Ambos son artistas escénicos, radican en Morelia y, cuando el covid 19 apenas estaba paseándose por las calles de Wuhan, China, ellos habían pensado en llevar funciones a las escuelas, de forma presencial.

Foto: Cortesía | Perro Liebre

Liliana Fraga cuenta que justamente “el objetivo era llegar a los preescolares con poco o nulo acceso a este tipo de actividades culturales”, por lo que solicitaron apoyo al FONCA. Esto sí, llegó, en junio de 2020, cuando el Covid 19 ya se paseaba en todos los continentes.

“Nos preguntamos si hacerlo o no, estuvimos esperando. Podíamos mover cosas en septiembre u octubre, pero ya debíamos tener toda la logística, con preescolares designados en tenencias de La Huacana, Apatzingán, Zamora, Tlalpujahua, Hidalgo, Nahuatzen, Uruapan, Zitácuaro y Zacapu. Todo el mundo empezó a echarse atrás y es que ¿cómo haces un proyecto para kinders cuando no hay niños en ellas?” comentó Fraga Izaguirre.

Eso condujo, relató Fraga Izaguirre, a la reelaboración del proyecto: “volvimos a hacer todo y varios municipios nos cambiaron a los preescolares, para llegar a los que estaban más cerca de las cabeceras. Pero sucedió la segunda ola en este enero y cancelamos de nuevo hasta nuevo aviso”.

Fue entonces que se decidieron por la virtualidad, lo cual, según Fraga Izaguirre “implicó una curva de aprendizaje para definir cómo grabar y adaptar porque el kamishibai es de mucha interacción y muchas consignas de nuestra actuación dependen de lo que el público diga”.

Eso llevó a otro cambio del proyecto, para informar al FONCA sobre la producción audiovisual y la consecuente redirección de gastos. De acuerdo a lo relatado por Fraga Izaguirre, una vez hecha la producción “mandamos links de vídeo a través de whatsapp; pero nos dimos cuenta que en muchas escuelas decían ‘claro que sí me comprometo’ y luego no había ninguna vista, no hacían su trabajo. Les pedimos que nos agregaran a grupos de los papás, a cada maestro nos tocaba explicar cómo pasar y abrir el link”.

Frente a ese desgaste por conseguir vistas, optaron por otra vía, que fue contratar zoom “y entonces sí, pudimos ponernos de acuerdo con las escuelas para decir ‘el día tal, a la hora tal’ para ponerles la función”, agregó Fraga Izaguirre.

Eso les llevó un beneficio que no contemplaron al inicio, que fue el de tener diálogos con los niños luego de cada función, quienes les lanzaban preguntas tanto de la obra como de lo que implica ser actor o sobre si ellos podían escribir sus propios cuentos u obras. Se trata de momentos enriquecedores para los infantes pero también para los propios actores, como lo expresó García Pérez: “al final del video nos ponemos el vestuario y los niños piensan que es en vivo, es mágico”.

Pero la virtualidad dejó visible otra problemática del país, que es la marginación por falta de conectividad, según lo constató García Pérez: “tenemos años llevando arte escénico a zonas vulnerables y ese era el objetivo primordial, pero con todos estos cambios el público se vio modificado, se llegó a lugares con internet y no a donde hubiéramos ido en funciones presenciales. Algo positivo es que hemos visto que en las funciones está el niño con el papá, o la mamá o el abuelito”.

Las presentaciones virtuales comenzaron en febrero y ya han logrado llegar a Zamora, Tlalpujahua e Hidalgo; así como a La Huacana, Apatzingán y Nahuatzen, sitios en los que, además de lo virtual, también hubo 12, 6 y 6 funciones presenciales respectivamente.

En este mayo atienden Uruapan, con 6 funciones virtuales y Zitácuaro, donde darán 13 presentaciones; para junio llegarán a Zacapu, donde ofrecerán 5 espectáculos virtuales y 4 presenciales en la casa de cultura de ese municipio, los días 13, 14 y 15 de ese mes.

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