Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).– “El trono que salvaría el lago o el fabuloso baño seco”, es el nombre del proyecto con que el artista tacambarense Artemio Rodríguez busca mitigar la contaminación del lago de Pátzcuaro, a partir de la implementación de ecotecnias en esta ciudad y las comunidades ribereñas.
Entrevistado por El Sol de Morelia, el artista gráfico que participa con esta pieza en la XIV Bienal Femsa, reconoció que su propuesta tiene un filón utilitario a contrapelo de los afanes frívolos con que gran parte del arte actual se solaza y publicita.
“Creo que el arte debe incidir en la realidad y no ser solamente una pieza decorativa o un pretexto para un discurso artístico banal, como sucede, en general, con el llamado arte contemporáneo”, advirtió.
Exhibida en el patio del Antiguo Colegio Jesuita (ACJ) de Pátzcuaro, “El trono que salvaría el lago…” está compuesta de una taza de baño de porcelana montada en un cuarto de madera, que permite "hacer del baño sin mezclar heces y orina”, bajo el principio ecológico del baño seco.
Además de contar con dos paneles de grabados del propio Artemio Rodríguez –pertenecientes a "El Jardín de las delicias", inspirado la pintura homónima de Hieronymus Bosh–, la obra cuenta con la colaboración del artesano de Cuanajo Leopoldo Casimiro Téllez, quien realizó la talla en madera, y de David Felipe, de Huansito, artífice del dibujo decorativo exterior.
Respecto al funcionamiento, explicó que el trono se diferencia de una letrina convencional en que la materia fecal se cubre con aserrín, mientras los orines se almacenan en botes o se descargan en una fosa séptica, cumpliendo con ello la separación de deshechos. Al contar con dos cajas receptoras, cuando se llena una, la taza se cambia a la otra para que le primera repose y después de 6 meses pueda ser utilizada como fertilizante de árboles o plantas de ornato.
El objetivo principal es sanear las aguas negras de la zona urbana de Pátzcuaro, municipio con sólo 2 plantas de tratamiento activas que resultan insuficientes, máxime si se advierte que las descargas directas al lago son un fenómeno común.
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“Para tratar de aliviar está triste realidad, en algunas comunidades alrededor del lago se han realizado campañas para promover el sistema del baño seco en los hogares ribereños. Hoy en día hay muchas familias usando cotidianamente el baño seco, pero aún falta mucho por hacer”, subrayó.
A pregunta expresa sobre si es posible resistir a la lógica de depredación y “extraccionismo” del sistema capitalista, a partir de los esfuerzos comunitarios, Rodríguez señaló que “pese al futuro gris –debido a la ambición humana–, aún hay esperanza en las nuevas generaciones y creo que es un deber, de uno como artista, el acompañar e incentivar la búsqueda de un mundo mejor, mediante la generación de alternativas”.
“La respuesta a mi pieza ha sido positiva, genera reflexión sobre el tema del agua. Hasta ahora no ha habido organización u organismo interesados en llevar la pieza a otros lugares. Pero confió en que durante los tres meses de la exposición –termina hasta febrero del 2021–, se concreten invitaciones para que la pieza viaje y promueva su mensaje”, explicó.
Un antecedente del trabajo comunitario que lleva a cabo el tacambarense en Pátzcuaro, es la apertura de la primera Biblioteca del Libro Ilustrado –ubicada al interior del ACJ–, que desde hace dos años busca rescatar y promover este tipo de ediciones. “Estamos por abrir otras dos bibliotecas en comunidades alrededor del lago”, adelantó.
