Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- La espera tuvo sus frutos, porque los fanáticos y cinéfilos que pasaron horas esperando lograron ver de cerca al realizador de Amores Perros y Babel, Alejandro González Iñárritu, cuando este finalmente llegó al teatro Matamoros.
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El cineasta fue de los últimos en llegar a esa sede del Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM) pero también de los más conocidos por el público en general, pues ni el canciller Marcelo Ebrard, el gobernador michoacano Alfredo Ramírez Bedolla, ni el actor Daniel Giménez Cacho tuvieron el mismo nivel de expectación entre los asistentes.
Sin embargo, sí hubo quienes en su conversación con otras personas mostraban a Giménez Cacho como un referente del cine, siendo el caso de un señor que le dijo a su esposa, de manera enfática, "él es uno de los actores más chingones que hay".
También hubo quienes saltaron y vociferaron de alegría al conseguir la proeza de que González Iñárritu les firmara su programa de mano. No era para menos al considerar la cantidad de gente apostada en las vallas para lograr lo mismo, un saludo o por lo menos una fotografía.
González Iñárritu visitó Morelia para estar en la función inaugural del FICM, que fue con la película Bardo, falsa crónica de unas cuantas verdades.