Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).– Conoce a las ganadoras del Premio Eréndira por su labor en defensa de los derechos humanos y por sus aportaciones en el ámbito del empoderamiento económico de las mujeres.
Enfermera y cocinera: María Inés, defensora de derechos humanos
Reconocida con la presea Eréndira por el mérito a la Defensa de los Derechos Humanos, la enfermera María Inés Dimas Carlos ha logrado predicar con el ejemplo que –advirtió– “es posible salir de la comunidad y labrarse un camino como mujer independiente, a pesar de las condiciones adversas”.
En entrevista para El Sol de Morelia, la también cocinera tradicional originaria de Santa Fe de la Laguna –reconocida por la Secretaría de Igualdad Sustantiva y Desarrollo de las Mujeres (Seimujer) y el gobierno estatal– explicó que tras salir de su pueblo a la edad de 11 años y prepararse en Quiroga, se fue a trabaja a la Ciudad de México en hospitales de especialidades, para jubilarse en el año 2000. Desde entonces, a sus 74 años de edad divide su tiempo entre la cocina tradicional y la administración de un hostal en su comunidad.
“Cuando me salí de Santa Fe no se hablaba el español, se vestía diferente y al nacer mujer, la sociedad de ese momento ya le daba a una un papel secundario”, dijo al señalar que “la mujer no debe quedarse relegada” y debe salir a buscar su destino, incluso si eso significa alejarse de su pueblo.
Puede interesarte: Médicas tradicionales de Michoacán: curadoras ancestrales
Con 5 hijos profesionistas y una trayectoria acompañando neurocirugías y trasplantes renales, entre otras intervenciones especializadas, la señora Dimas Carlos se dice orgullosa de ser purépecha y reconoce que la presea se la dieron porque su trayectoria “puede ser un ejemplo para las nuevas generaciones”.
“Nunca me olvidé de mi gente y regresé a mi comunidad, empezamos con la restauración del curato en la casa cural de la comunidad, posteriormente nos reunimos a restaurar algunas casas y abrimos 4 hostales, además fundamos 6 talleres de alfarería”, dijo al señalar que el convertirse en cocinera tradicional no estaba dentro de sus planes, pero fue hasta que se involucró en la Ruta Tata Vasco que comenzó a tomar importancia en su cotidianidad.
Actualmente administra uno de los hostales que fundó en Santa Fe de la Laguna y trabaja con más mujeres del pueblo en la administración de los talleres de alfarería–dijo– “para enseñarle al turismo que el barro lleva su tiempo y no deben andar regateando a los artesanos”.
María de la Luz, emprendedora que empodera a las mujeres
Por sus aportaciones en el ámbito del empoderamiento económico de las mujeres, María de la Luz Ponce Ávila fue reconocida con la presea Eréndira por la Secretaría de Igualdad Sustantiva y Desarrollo de las Mujeres (Seimujer) y el gobierno estatal.
En entrevista para El Sol de Morelia, la licenciada en comercio internacional y actual delegada estatal de la Asociación Nacional de Importadores y Exportadores de la República Mexicana (ANIERM), dijo que gracias a su experiencia de resiliencia como mujer –al ser madera soltera a los 18 años y enfrentar una relación de maltrato, la cual decide terminar llevándose a sus 3 pequeños–, la impulsó a desarrollar planes de trabajo para apoyar a las mujeres frente a la desigualdad que enfrentan derivada de la violencia económica y patrimonial.
Formada en la Universidad Vasco de Quiroga (UVAQ), desarrolló el programa “De emprendedora a empresaria”, a partir del cual ha brindado cerca de 13 mil capacitaciones en proyectos productivos que van de la escala local hasta negocios con miras hacia el comercio internacional.
Con 42 años y una maestría en dirección logística integral, Ponce Ávila desarrolla actualmente una plataforma de “capacitación no escolarizada” para mujeres, con la cual pretende lograr impartir 100 mil capacitaciones para ayudar a otras emprendedoras a lograr –dijo– la “autonomía financiera”.