Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- La llegada de un hombre enigmático a una pequeña comunidad es el punto de partida de la película “El paraíso de la serpiente”, presentada la mañana de este miércoles como parte de la competencia oficial del Festival Internacional de Cine de Morelia. Dirigida por Bernardo Arellano y con el apoyo de Morelia Lab, la cinta es filmada en blanco y negro y nos plantea una situación curiosa: un hombre moribundo es encontrado en la carretera después de un aparatoso accidente, por lo que es llevado al pueblo más cercano para ser curado. Cuando se recupera sabremos que no se trata de un tipo cualquiera, sino de un profeta místico que es capaz de curar enfermos y bendecir gallos de pelea, entre otros milagros. Este poder celestial, sin embargo, no caerá bien al cura de la comunidad, quien ve amenazado su pequeño poder y pide a los habitantes no confundirse en su fe.
El director del metraje aclaró que su historia no busca la verosimilitud porque la abordó desde el género fantástico. “Me interesaba el tema de la fe, pero vista como un poder natural en el hombre que no se vincule con la religión. Pascal dice que la fe es el poder más importante que tenemos, pero la religión es otra cosa, y la que predomina en México es la católica, así que esa Iglesia termina por convertirse en la antagónica del relato”.
Para inspirarse en su trabajo, Arellano aceptó influencias de cintas como “Nazarín”, de Luis Buñuel, y “El Evangelio según San Mateo”, de Pasolini, lo que se nota al ser un filme austero y con actuaciones naturalistas. También investigó sobre el caso de El niño Fidencio, un supuesto hombre iluminado que cobró cierta fama hace no muchos años. Al ser un filme de ficción, el realizador se zafó de entrar en cualquier polémica que dividiera a creyentes y no creyentes, pues cuestiona de alguna forma los límites que los jerarcas católicos ponen cuando sienten amenazada su zona de influencia y poder, por muy simbólico que sea.
“Son varias capas las que podemos analizar, es un montaje que utilizó conceptos simbólicos como una niña que representa la pureza y otros personajes parecidos. El profeta de esta historia se contrapone con la serpiente que vemos al final, es la herencia de un conocimiento, los ciclos que vemos de vez en cuando y en los cuales siempre aparecen seres con iluminación. Esa parte oscura, oculta, la imaginación de la que habla William Blake, me intriga y quería ponerla en esta película”.
Las actuaciones de El paraíso de la serpiente corren a cargo de Jesús Galván, Mariela Martínez y Ángel Pérez Garnica.