Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- Frente al predominio de la imagen y la especialización en áreas como fotografía, dirección y guionísmo, el sonido en el cine suele ser la parte menos atendida por quienes se inician en ésta y otras disciplinas audiovisuales, aseguró en entrevista para El Sol de Morelia el compositor Jorge Alba.
“La mayoría de la gente está pensando más en dirigir, hacer foto o guion– y luego se olvida mucho la parte del audio… el sonido tiene la mitad de la importancia a la hora de hacer cine”, afirmó el también diseñador sonoro, quien impartirá el taller “Sonorización de proyectos audiovisuales” en el Centro Cultural Clavijero (CCC), del 7 al 18 de diciembre.
El docente de ingeniería en audio y diseño sonoro –en la Universidad Montrer y en la Universidad de Morelia, respectivamente–, señaló que es apremiante para quienes hacen cine en la entidad, unir esfuerzos y realizar “un trabajo en colectivo para hacer nuestros proyectos de manera más profesional”.
Explicó que el taller busca brindar al alumno la posibilidad de manejar “de manera básica, herramientas de software de audio para la sonorización de proyectos audiovisuales” e introducirlo en la “comprensión de los elementos de la banda sonora cinematográfica”, a fin de realizar un ejercicio de sonorización de un cortometraje animado.
A pregunta expresa sobre las diferencias entre trabajar sonido para cine de ficción y documental, Jorge Alba dijo que “todo depende de la intención del director”, sin embargo, explicó que la ficción exige recreación de ambientes, mientras en el documental “importa más el sonido directo, en tanto aquello que se busca transmitir sea de manera más literal”.
El tallerista refirió que en el 2010 realizó la música para un proyecto universitario de Aguascalientes –su ciudad natal– y, a la fecha, ha colaborado con directores morelianos como Mariano Rentería y Adrián González Camargo, en diseño sonoro, música y procesos de pre-mezcla.
Con el último de ellos, trabaja actualmente en la post-producción de audio del largometraje El origen de las princesas. “Es una película con un corte de terror, en la cual –por ejemplo– hay que diseñar mucho, recrear ambientes que generen esa tensión y dar cabida a los ambientes naturales”, explicó.
Sobre los procesos de trabajo con los directores, habló de las posibilidades, negociaciones y toma de decisiones a la hora de definir qué se queda y qué se va.
“Hay personas que tienen muy claro qué música quieren… a veces están casados con una idea muy precisa y es necesario hacer trabajo de convencimiento. Por el otro lado, algunos me han dado la apertura de proponer. Definitivamente se tiene que hacer en conjunción con el director, porque puede haber muchas propuestas, pero se tiene que llegar a un acuerdo”, explicó.