Morelia, Mich. (OEM-infomex).- Como un esfuerzo más por documentar la historia de las artes escénicas en el estado, el promotor cultural y dramaturgo José Luis Rodríguez Ávalos presentó este domingo la colección de cuadernillos El tío Mai, donde se reúnen textos relativos a la historia del teatro local a través de ensayos, entrevistas, biografías y reflexiones en voz de varios personajes clave para entender el devenir de un oficio que siempre ha remado a contracorriente.
Entrevistado por El Sol de Morelia, Rodríguez afirmó que la intensión de sacar estos documentos es que las nuevas generaciones conozcan más sobre los estilos, las tendencias, las intenciones y las voces del pasado, pues a su parecer hay muchos jóvenes que “no conocen nada de lo que se hizo antes, como que creen que están inventando el teatro y tienen profesores que piensan que no vale la pena esa revisión a los orígenes, por lo que les privan de un conocimiento muy importante”.
La colección de 16 tomos muestra una buena cantidad de información que no sólo es útil para quien se dedica a la escena, sino para el lector común y el aficionado a asistir a los foros teatrales.
El número 1, bautizado como Retazos, reúne algunas reflexiones del propio Rodríguez en temas como las pastorelas y la dramaturgia michoacana, pero quizá el que llama más la atención es el texto dedicado a los limitados físicos (posteriormente etiquetados como minusválidos o personas con capacidades diferentes) que se dedican a este trabajo, donde se menciona a la Primer Compañía Teatral Michoacana de Limitados Físicos, fundada en 1984 en Zitácuaro.
El también conductor del programa radiofónico Exlibris se refirió al contenido de otros tomos como el dedicado a la pantomima a través de una entrevista que le concedió a Alberto Romero Ruiz en el año 2000. En ella, recuerda que en 1966 se instaló la cátedra respectiva en la Escuela Popular de Bellas Artes y él mismo ofreció el primer espectáculo en la ciudad bajo la dirección de Mario Galindo y Alvarado.
De esa cátedra egresaría Sigfrido Aguilar, quien en 1968 tuvo la oportunidad de viajar por Europa y Estados Unidos para conocer las mejores escuelas de la especialidad, “él era el mimo más importante del país y se tuvo que refugiar en Pátzcuaro porque en Morelia nadie le hizo caso”.
A la memoria de quien entre sus mejores amigos le dicen “El Puma”, referencia solo para conocedores del pop ochentero, vienen otros nombres como el de Fernando Figaredo, “a quien se le criticó porque traía obras más comerciales, pero cuando intentó hacer teatro clásico perdía mucho dinero, decía que no iban ni los propios actores”.
También trae a la conversación a Luis de Tavira, fundador del Centro Dramático de Michoacán, a quien igualmente se le ha cuestionado porque a menudo recibe mucho apoyo de instituciones culturales para grandes proyectos.
En el número 7 de la colección, el dramaturgo es entrevistado por Mónica Ruth Rodríguez del Río y el caso de José Quintero López, que hizo teatro en la década de los 40 y del cual se rescata una entrevista realizada por Bernardo Villarreal y Juan Carlos Arvide.
Conrado González Leyva, Dalia Coria, Carlos Mora, Jorge Morán, José Manuel Álvarez y Alfredo Mendoza son otras voces del teatro estatal que se reflejan en esta labor independiente a cargo del Colectivo Artístico Morelia.