Morelia, Mich. (OEM-Infomex). Nacido en Uruapan el 9 de julio de 1958, el hoy fallecido Héctor Ceballos Garibay se distinguió por ser un prolífico escritor, ensayista y académico, especializándose en el área de sociología, de la cual obtuvo su licenciatura en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, donde también hizo maestría y doctorado.
Fue catedrático en áreas de humanidades en la Universidad Iberoamericana, la Universidad Autónoma Metropolitana y en la propia UNAM. Perteneciente al Sistema Nacional de Investigadores, publicó libros de ensayo como Foucault y el poder (1994), Poder y democracia alternativa (1990), Alegoría de la creación (1994), El arte de la polémica (1997) y Apología de la tolerancia (2005).
También incursionó en la investigación histórica con el libro Crónica política de un rebelde (2002), en referencia a Francisco J. Múgica. Otras publicaciones de su autoría que van de la ficción al ensayo son En busca de Edvard Munch (2011), Sabiduría de la novela (2011) y La querencia al terruño (2014).
Ofreció decenas de conferencias y ponencias; presentó libros de otros escritores, fue tallerista literario y debatió públicamente con figuras como Carlos Monsiváis, Ramón Guzmán, entre otros. Recibió distinciones como el Premio Quinto Quijote y la Medalla al Mérito Civil, además de ser becario del Conacyt en un par de ocasiones. Colaboró con medios como Excélsior, La Jornada Semanal, La Opinión de Michoacán, La Voz de Michoacán, Letra Franca, Letras Libres, Nexos y la Revista de la Universidad de México.
Entre sus temáticas literarias, le interesaba explorar en la intimidad del ser humano, “leía mucha literatura erótica, de los clásicos”, confesó a la plataforma del Registro Nacional de Escritores;
Estoy obsesionado por eso que llamamos poner el cuerno, me intriga saber si los hombres somos diversos, promiscuos, a pesar de que la institución monogámica y patriarcal se oponga
Añadía.
Consultado sobre su fallecimiento, el escritor Gaspar Aguilera lamentó la noticia y lo recordó en sus últimos encuentros, donde lo vio al lado de su esposa. “Fue un amigo entrañable, nos ayudó a organizar encuentros literarios con la AC Promoción de Apoyo al Arte, la Cultura y la Ciencia. Era un hombre generoso, al igual que su padre, siempre dispuesto a sumarse a las iniciativas independientes”.