Morelia, Mich. (OEM-Infomex).- Corren tiempos donde una gran parte de las actividades que se llevaban de forma presencial ahora deben realizarse a distancia. Las recomendaciones para no salir de casa seguirán al menos por todo abril, por lo que las alternativas para resolver situaciones en línea cada vez crecen más. Así ocurre en el caso del taller de juguete popular impartido por el Centro Regional de las Artes de Michoacán (CRAM) que comenzó en enero en Sahuayo, y que ahora continúa pero solo a través de ordenadores para evitar cualquier confinamiento.
El curso es impartido por Diego Vega, profesor del Centro Nacional de las Artes (Cenart) en Michoacán, e integrante de la licenciatura en Estudios Multiculturales en la Universidad de la Ciénega. En charla para El Sol de Morelia, el capacitador refiere que el taller tiene el carácter de iniciación artística en el arte popular, el cual se trabaja en coordinación con la Secretaría de Cultura de Michoacán (Secum) a través del CRAM, con sede en Zamora. Aunque se venía trabajando desde enero en el municipio de Sahuayo, la necesidad de aislarse en casa provocó una breve interrupción que ahora se retoma con clases virtuales, para lo cual recurren a la plataforma de Zoom, una de las más populares para organizar conferencias en grupo.
El grupo constituido a inicios de año está conformado por 25 personas, quienes han recibido diferentes técnicas multidisciplinarias para elaborar juguetes populares.
Tomamos técnicas de otras disciplinas como artes plásticas, y así generamos un material mucho más auténtico y original. En este momento estamos en la fase para hacer juguetes de madera, para luego pasar al diseño de autómatas, todo con un sentido pedagógico, pues revisamos la historia, la época prehispánica y la mitología purépecha, pues el objetivo no es que sean sólo técnicos, sino que comprendan todo el contexto de los juguetes
El profesor indica que al momento la experiencia de trabajar en línea ha sido positiva porque se encuentran en el módulo de ilustración creativa, así que basta con que los alumnos tengan en casa las piezas requeridas, todas muy sencillas de conseguir. Sin embargo, en posteriores sesiones tendrán que regresar al terreno presencial, pues se requiere de la asesoría en directo para procesos más concretos y darle forma a los juguetes. Así, la aplicación de Zoom esta sirviendo mucho, pues “te permite una conexión de 40 minutos gratis y puedes tener hasta 50 personas conectadas al mismo tiempo”.
En cuanto al aprecio o desapego por los juguetes tradicionales en las nuevas generaciones, Diego Vega apunta que, en su experiencia, cuando niñas y niños elaboran piezas sienten una emoción particular; primero porque se trata de su propio juguete, “su invento”, pero además por todo el fundamento histórico que les transmite.
Asimismo, cada que terminan un taller organizan exposiciones colectivas, lo que brinda a los alumnos un sentido de orgullo por el trabajo realizado. Con la esperanza de que la crisis por la pandemia termine en el corto plazo, el mismo taller se estaría llevando en Zamora para los próximos meses.