Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- El artista uruapense Francisco Robles Mendoza se hizo acreedor del 4º lugar en la décimo primera edición del Kochi International Triennial Exhibition of Prints, concurso celebrado en Japón.
En entrevista para El Sol de Morelia, Robles Mendoza (Uruapan, 1994) habló de la pieza gráfica “The root is preceded”, por la cual se hizo acreedor a un premio de 200 mil yenes (poco más de 40 mil pesos mexicanos), convirtiéndose en el segundo artista mexicano reconocido en los 33 años que lleva este concurso.
“Hice un grabado en relación a mi abuelo paterno que vive en Guanajuato, a partir de una reflexión muy mexicana con detalles como unos elotes amarrados –a la vieja usanza en los graneros– y puse dos piezas prehispánicas de la zona del Bajío. Lo trabajé en tres líneas de tiempo: el presente es mi abuelo, el pasado está en las piezas prehispánicas y una más atemporal, sería el maíz, pues es algo que siempre nos ha representado”, precisó.
De haberse formado como dibujante y grabador en el Taller Escuela de Artes Plásticas Manuel Pérez Coronado (Mapeco), Robles Mendoza ingresó a la Facultad Popular de Bellas Artes para profesionalizarse y de ahí pasó a conformar el taller “Axuni gráfico”, junto a otros compañeros de la carrera.
A pesar de su corta edad, ha participado en una docena de exposiciones nacionales e internacionales, entre las cuales destacan el Primer Concurso de Pintura, Escultura y Gráfica del Centro-Occidente “José y Tomás Chávez Morado”, realizado en Salamanca, Guanajuato en 2016 –llevándose el primer lugar en la categoría de grabado–, y la Sexta Bienal Nacional de Gráfica “Shinzaburo Takeda”, llevada a cabo en Oaxaca, durante el 2019.
“Estoy muy satisfecho por ese lado, la verdad no quise dejar de trabajar por la onda de la pandemia y estuve chambeándole en las tardes, lo alcancé a terminar a tiempo para mandarlo”, dijo en relación a su trabajo premiado en Japón.
Aunque los resultados del certamen internacional fueron dados a conocer a finales de julio, la noticia se comenzó a difundir por amigos y conocidos, hasta llegar a esta redacción que ha dado seguimiento puntual a la nueva ola de los artistas gráficos locales.
“Axuni” y la ola de talleres gráficos
Tras la cuarentena, la pregunta obligada es cómo ha hecho para mantener a flote el taller que comanda junto a sus amigos, una vez que algunos como “La Holotera” han tenido que cerrar frente a la situación adversa.
“No ha sido fácil continuar porque la gráfica es una disciplina costosa, debido a que su demanda es muy limitada y eso vuelve complicado, entre otras cosas, conseguir un papel de buena calidad y tener a la mano los materiales”, dijo al explicar que “armar un taller en colectivo” es una alternativa para apoyarse mutuamente bajo un modelo similar al de las cooperativas.
“Al ver que había otros artistas y colectivos haciendo sus propios talleres, tomamos la decisión de armar nuestro propio taller y empezar a juntar dinero. Hicimos una rifa para comprar el tórculo e iniciamos con un pulpo para serigrafía, una prensa y una mesita”, comenta para luego precisar que recién fundado el taller se ubicaba en la calle Guerrero –cerca de La Soterreña– y actualmente se mudaron a la colonia Industrial, “a una casa de dos plantas” donde se puede trabajar mejor.
Sobre el auge de la gráfica en la entidad, Robles Mendoza confía en la vitalidad de la escena local, que poco a poco empieza a competir con otros estados de tradición más arraigada en la disciplina, como Oaxaca.
“La relevancia que está teniendo este movimiento se puede ver en que muchos turistas que buscan grabado mexicano se enteran de que en Michoacán también hay grabadores y no sólo en Oaxaca, como comúnmente se piensa, por ser la tierra natal de Francisco Toledo y contar con muchas figuras representativas”, señaló.