Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- Jóvenes, hombres y mujeres de Purépero y Tlazazalca han descubierto en el trabajo artesanal de la cerería la manera de desarrollar su ingenio y, a la vez, encontrar un ingreso importante para sus vidas.
José Luis Espinoza Zepeda, de Purépero, y Daniel García Luna, de Tlazazalca, son los maestros que a través de talleres preservan esta rama artesanal de la cera figurativa y la escamada y la transmiten a las nuevas generaciones.
“He impartido talleres en Ario de Rosales, Zamora, Jiquilpan y Tlazazalca, donde también he enseñado sobre la técnica de la cera escamada, que es de dónde salen las velas para el ámbito religioso, que es diferente de la figurativa, pues estas últimas son para adorno y exhibición, mientras que las primeras tienen otro sentido”, comentó Daniel García Luna, quien lleva dedicándose al oficio de cerería desde hace 11 años.
“Los jóvenes que actualmente aprenden y trabajan conmigo están aquí porque buscan un ingreso importante en su vida, y veo que los cinco que van conmigo han encontrado ese ingreso extra en la cerería. Además de que también buscan la manera de expresarse a través de sus piezas”.
El rescate de esta técnica se dio en Tlazazalca por parte del maestro Luis Murillo Ordaz, y por la Casa de la Cultura de dicho municipio, de ahí salieron diversos talentos que ahora se han sumado a la transmisión de saberes mientras logran reconocimiento nacional, como el propio Daniel García Luna.
“En mi caso he recibido menciones honoríficas, y primer y segundo lugar en convocatorias federales en ramas de El Gran Premio y Nacimientos”.
Mientras que José Luis Espinoza Zepeda, oriundo de la comunidad de Villa Mendoza, del municipio de Purépero, coincidió con Daniel García Luna respecto a los beneficios económicos que genera trabajar la cerería.
“Yo aprendí con María del Socorro Madrigal, quien aprendió en Salamanca, después abrí mi taller y manejo varias disciplinas después de la cerería, que es la pasta de caña, arte plumario y así hago las mezclas. Actualmente le enseño a cuatro jóvenes que siguen un beneficio económico, saben que se puede ganar bien. Aunque crean que los cereros somos los ricos de las artesanías están equivocados, pues a veces vendemos una pieza de 30 mil pesos al año”, explicó el artesano que aprendió esta técnica hace 16 años.
¿Cómo se hace una pieza de cera?
El material, es decir la cera, pueden conseguirla una vez al año las y los artesanos dedicados a esta rama, y el kilo les sale aproximadamente en 250 pesos, para posteriormente someterla a un proceso, y poder realizar sus obras.
“Compramos la cera en bruto con los apicultores y nosotros la tenemos que limpiar, para continuar con el proceso de blanqueado, teñido, y finalmente el vaciado en los moldes”.
Para que tome cada pieza un color, se hace a través de tierra natural, comentó Daniel García Luna.
“Con tierras naturales teñimos la cera, así teñida la vaciamos al molde, después se pule y con instrumentos especiales se maquilla con óleo o con cosméticos”.
Por su parte José Luis Espinoza Zepeda, comentó: “Yo compro la cera en Caurio, que es una localidad cerca de Zacapu, solo la tienen una vez al año y si uno no la compra se queda sin material. A mí me ha costado desde los 350 pesos”.
Los cuidados para que no se derritan
Ante el incremento de la temperatura que se ha registrado en los últimos tiempos, como recientemente se ha vivido en Michoacán, las recomendaciones para mantener y no dañar las piezas, dijeron los artesanos, es no mantenerlas expuestas al sol.
El artesano José Luis Espinoza Zepeda afirmó que una pieza en cera puede durar hasta 200 años, siempre y cuando se cuide adecuadamente.
“Hay piezas de cera que tienen 200 años, conozco a un coleccionista que tiene un Nacimiento que data de esos años, él lo mantiene en las condiciones adecuadas, esta pieza está en una vitrina de madera”.
Continuó: “Conforme los años la cera se va haciendo más rígida y quebradiza, entonces debemos manejarla con el cuidado necesario”.
Combinación de técnicas
La cerería se ha entremezclado con más técnicas como el arte plumario y textiles, que en conjunto, han logrado mostrar piezas que atrapan la mirada del público.
“Yo me he basado más en la técnica tradicional, que es vestir a las piezas con textiles encerados o papel encerado. Esto lo realizo yo, o también efectúo un trabajo colaborativo con artesanas del textil, a quienes les pido la vestimenta con punto de cruz, pues trato de que los atuendos sean lo más parecido a los originales o a las comunidades”.
Mientras que José Luis Espinoza Zepeda, afirmó que él sigue los pasos de una fusión entre el arte plumario y la cerería de un creativo de Guanajuato.
“El primero en mezclar el arte plumario con la cerería, tengo entendido fue en 2005 por el maestro Marco Antonio Miranda de Salamanca, Guanajuato, él fue reconocido hace unos años en un libro a nivel nacional”.
A lo anterior continuó: “La composición de una pieza es con cera, pero también se le incluye madera ligera cuando está tapado el cuerpo para que resista”.
Finalmente ambos artesanos, tanto José Luis Espinoza Zepeda, de Purépero como Daniel García Luna, de Tlazazalca, coincidieron que su principal mercado es el nacional, y se están abriendo las puertas el internacional.
“Mis piezas están principalmente en galerías de Jalisco, además tengo otra pieza en un museo de Chicago, Estados Unidos”, explicó García Luna.
Por su parte Espinoza Zepeda dijo que él vende más obra al mercado religioso, “sé esto porque se incrementa la venta en Morelia en la temporada navideña, se llevan los Nacimientos. En el país tengo obra en Michoacán, Estado de México, Querétaro, CDMX, y en lo internacional, tengo una obra en California, Estados Unidos”.