Morelia, Michoacán-(OEM-Infomex).- Para el director de cine Leopoldo Aguilar, es necesario fracasar y carecer de vergüenza para poder triunfar en esta industria. Así lo mencionó durante una conferencia magistral titulada La animación y la ficción en México, ofrecida de manera virtual en el marco del XIII Festival de Cortometraje Universitario de la Universidad Vasco de Quiroga (Uvaq).
Durante esta intervención, el cineasta sinaloense mencionó al respecto; “La vergüenza y el cine no se llevan de la mano; el fracaso y el cine son compas. Yo sé que mi primera película no es la mejor del planeta, pero sí es la segunda película de animación 3D hecha en el país y eso ya está en la historia”.
Leopoldo Aguilar, quien ha dirigido cintas animadas como La Escuela del Miedo, El Secreto del Medallón de Jade e Isla de Monstruos, habló del esfuerzo realizado para poder llegar a ser director, afirmando ser un sirviente del séptimo arte hasta que logró su cometido:” Yo no pensé en otra cosa que no fuera ser director, estuve de asistente del asistente del asistente, pintor y chofer; me puse al servicio del cine y no tenía otra idea que no fuera dirigir”.
Por otra parte, hizo énfasis en recordar que el cine es una actividad colectiva que depende no solo de directores, sino de grandes colectivos que logran llevar a la pantalla grande las historias a narrarse.
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“No puedes ser cineasta si no tienes un equipo gigante de gente que cree en ti y te cuida. Mi nombre es Leopoldo Aguilar, pero soy todas esas 300 o 400 personas que han estado detrás de mí. Es una historia de vida de mucha gente”, afirmó el director.
A su vez, narró cómo fue realizar el cortometraje De cómo los niños pueden volar, apoyado por el entonces Conaculta y parteaguas para la creación de Ombligo Films, una empresa dedicada a la realización de contenido audiovisual que radica en la ciudad de Guadalajara.
Como lo dijo Leopoldo; “es el proyecto (refiriéndose a De cómo los niños pueden volar) que me introdujo a la animación; debido a la historia se me abrió la posibilidad de soñar, ya no era yo solo queriendo ser director, era la institución, el compromiso fue tal que se nos fue la vida, la pasión y el cariño”.
Aparte de las obras mencionadas, Leopoldo García ha dirigido y escrito cortos como Tetas para matar, Monarca, El último golpe y The Weeping, siendo esta última su creación más reciente.