Lista, la III edición de la Feria del Libro

Con 12 días de duración, el evento iniciará con un acto donde se recibirán donaciones de libros, seguido de lecturas y la presentación de un taller

Francisco Valenzuela / El Sol de Zamora

  · martes 10 de diciembre de 2019

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Morelia, Mich. (OEM-Infomex).- Este 10 de diciembre comienza la tercera edición de la Feria del Libro para la Paz y la Esperanza en Morelia, cuyas actividades se extenderán a lo largo de 12 días e incluyen presentaciones literarias, lecturas en voz alta, donación de libros, talleres infantiles y desde luego venta de obra.

Coordinada por el Ayuntamiento de Morelia y el colectivo Revolución Cultural, la Feria tiene como origen a la ciudad de Apatzingán, que en 2014 organizó un programa literario que hiciera contrapeso a la ola de violencia en Tierra Caliente. Así, la iniciativa se ha ido extendiendo por otros municipios del estado y en la capital ya va por su tercer capítulo.

El programa arranca con un acto donde se recibirán donaciones de libros seguido de lecturas y la presentación del taller Poesía Volante, para que a lo largo de los días se concreten otros programas como el taller infantil “Cómo escribir un cuento”, la lectura de la obra Mi amiga IMA y su nave espacial, un taller de creación literaria para jóvenes, la presentación del libro Niñas y niños del maíz, el taller Poeta en su Tinta, la presentación del paquete Como los ojos de los ciervos y un taller adicional coordinado por el escritor Marco Antonio Regalado.

Además, se tienen contempladas actividades de acompañamiento como un concierto a cargo del Ensamble Coral de la Escuela Mozarteum, la danza contemporánea de 13 Lunas, el recital navideño con grupos comunitarios y coros infantiles de Morelia, así como presentaciones sonoras con Fernanda Palacios, Yunuen Bautista, Tlasoyotl y Dshechos. En tanto, del 20 al 22 de diciembre se presentan los títulos Secretos de un vagón y Los hijos del volcán, complementados por el performance La libertad tiene nombre de mujer.

Mujeres escritoras

Fue justo hace un año, durante la segunda edición de la Feria por la Paz y la Esperanza, que se realizó el Primer Encuentro de Escritoras Michoacanas, iniciativa de Rocío Martínez López y Nayeeli Ocampo Tapia. Los resultados fueron tan positivos que la experiencia se repitió primero el 7 de marzo y luego a finales de mayo, por lo que en pleno diciembre regresa este concepto cuyo objetivo es visibilizar el trabajo literario realizado por escritoras nacidas o radicadas en el estado.

Asimismo, el encuentro ha propiciado actividades alternas como conferencias especializadas en materia de género, además de contar con participantes como Rubí de María Gómez Campos, Adriana Sáenz Valadez, Samanta Vargas ,Teresa Quesada, Dévora Adaza, entre otras.


Extensiones

Como ya se apuntaba, fue en 2014 cuando se organizó la primera Feria por la Paz y la Esperanza en Apatzingán, con el objetivo de mostrar una cara distinta a esa región lastimada por la delincuencia organizada. En la más reciente edición, los organizadores informaron que se tuvo una asistencia de 10 mil personas, con lo que se rompieron los récords de asistencia en el pasado.

La experiencia se ha replicado en otras poblaciones como Tlalpujahua, Pátzcuaro, Uruapan, e incluso en Torreón, Coahuila, con el promotor Uriel Ramírez a la cabeza, quien al lado del colectivo Revolución Cultural sembró la idea de que festejar a los libros y acompañarlos por otras actividades artísticas es un respiro especialmente para territorios lastimados con la violencia social.

En noviembre pasado, se implementó el Circuito de Ferias por la Paz y la Esperanza, abarcando las poblaciones de Buenavista, Gabriel Zamora, Nueva Italia y Parácuaro, mientras que en 2020 ya se planea una internacionalización del proyecto al llevarlo a Nicaragua y El Salvador.

Una de las características de estas ferias ha sido el uso de las llamadas Poemantas, una acertada respuesta que se contrapone a las “narcomantas”, utilizadas por la delincuencia organizada para enviar mensajes a cárteles opositores o a las autoridades. En este caso, se han instalado decenas de textos poéticos en plazas públicas para afirmar que la revolución puede ser literaria.