Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- La pintora estadounidense de origen michoacano, Jeanette Aguilar Rocha, hace caso omiso del racismo que hay en ambos lados de la frontera México-Estados Unidos y confía más en lo que puede lograr a través del arte, con el que planea volver al estado en el primer trimestre del 2022 con talleres y una exposición en Santa Fe de la Laguna.
Aguilar Rocha, que estuvo a principios de diciembre de 2021 en Michoacán para dar un taller con niños purépechas de Comachuén, comentó en entrevista que el tema racial no ha sido una limitante para exponer o vender en Estados Unidos, porque ha seguido estrategias para encontrar lugares afines a ella y su propuesta, además de que hay géneros del arte que la protegen. "Es lo bonito del grafiti, la mayoría de las veces se conoce el trabajo y no la apariencia física de la persona".
A propósito del trabajo, artista comentó que trabaja temas relacionadas con la mujer, aunque su vena creativa va también por otros caminos: “me gusta trabajar mucho con simbolismo abstracto y colores; mucho se puede decir con esto”.
Además, la pintora adelantó que ahora “estamos planeando hacer un mural con otra compañera aquí en Phoenix, Arizona, también hay plan para una exposición de lienzos aquí en una librería de esta ciudad”.
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Sus procesos creativos
La obtención del material que aparece en sus imágenes viene, dice, a partir de sus vivencias: “mi gran influencia pictóricas es mi entorno, las experiencias que vivo, personas con quien convivo y por supuesto lo que capturo fotográficamente inspiran los colores que uso”. No sobra decir que Aguilar Rocha también es fotógrafa.
Ante la pregunta de si prefiere emplear una técnica sobre otra, la pintora mencionó que definitivamente el aerosol “lo uso en murales, donde es mi preferencia”, pero cuando no está en la calle hace su labor dentro de un estudio y sobre lienzos, “que ahora me ha tocado pintar más y, sabes, en estos no uso el aerosol, sólo acrílico y en veces junto con marcador de pintura”.
Agregó que la recepción del público es variable porque “no a todos les gusta el tema de la mujer y más cuando se trata de una mujer bendecida con la piel color de la tierra y ánima de lucha”.
Frente a lo anterior es inevitable pensar en la pregunta ¿para una artista mexico-americana es difícil colocar su trabajo en espacios y coleccionistas?, algo ante lo cual Aguilar Rocha dice contundentemente que no, ni para vender “y para exponer tampoco; es lo bonito del grafiti: la mayoría de las veces se conoce el trabajo y no la apariencia física de la persona. En cambio, para los lienzos intento encontrar espacios y galerías que coinciden con los temas que pinto; de esa forma creo que se aprecia más el trabajo”.
Por último, Aguilar Rocha compartió la forma en que llegó a convertirse en artista, un camino que inició en las calles de una urbe estadounidense: “empecé de grafitera con mi hermano y mi primo en Chicago. Me llamó mucho la atención eso de las letras y los diferentes estilos que cada writer tiene. Lo quise intentar y a partir de allí no paré, era primero pensar la estructura de la letra, los colores, el diseño.
“No pensaba estudiar –agregó- pero me aburro muy fácil cuando no tengo nada que hacer y de todo esto se me vino las ganas de aprender más sobre el arte, entonces estudié diseño gráfico y luego fotografía, pero siempre he seguido pintando también”.
Aguilar Rocha nació en Watsonville, California, con padres de origen michoacano. De hecho, la propia pintora comentó que en su casa “siempre nos acostumbraron a decir que somos de Queréndaro”. En 1993, la familia se trasladó a la ciudad de Chicago “por eso del trabajo… y ahora estoy yo aquí en Phoenix desde el 2008”.
