Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- Venta de piratería y saldos a precios bajos, así como no cumplir con los acuerdos de exclusividad en detrimento de los sellos editoriales participantes, son prácticas de comercio desleal que han socavado a muchas ferias del libro estatales y municipales.
Lo anterior fue referido por Ignacio Alcaraz, representante y distribuidor de editorial Era y Libros UNAM, quien en entrevista para El Sol de Morelia reconoció haber dejado de participar en las últimas ediciones de la Feria Nacional del libro de Michoacán a causa del “sabotaje” a los distribuidores de sellos oficiales por parte de vendedores independientes, permitido por la Secretaría de cultura de Michoacán (Secum), instancia organizadora que –dijo– “no ha sabido depurar a los expositores participantes, algunos de los cuales venden piratería o acaparan la clientela con ofertas de botadero”.
Explicó que los expositores de las ferias estatales en todo el país tienen un acuerdo tácito que consiste en que los libreros independientes –vendedores de saldos o de material usado–, no deben ofertar títulos de los sellos editoriales participantes en la feria. Esto con el objetivo de evitar la “competencia desleal”, ya que muchas veces un vendedor independiente puede mejorar la oferta si consiguió material de saldo.
“Eso ha provocado que se deteriore el mercado, que se queme –como se dice–, pues un libro que vale 250 pesos, ellos lo puedan tener en 150 pesos y los clientes le reclaman al que trae el libro original”, dijo al explicar que actualmente circulan muchas ediciones piratas y libros robados, además de que los acaparadores ‘campechanean’ con libros de saldo para dar otra imagen, “amen de que no respetan a las editoriales que están participando y ellos también venden los mismos títulos”.
Señaló que dicha permisividad se debe a que “la mayoría de gente de los institutos y secretarías de cultura que se dedican a este tipo de eventos, no saben de libros”. Motivo por el que la venta de libros en ferias estatal y municipales “se ha deteriorado mucho”.
A pregunta expresa sobre la mala circulación que tienen los fondos editoriales de los institutos y universidades públicas, dijo que han existido propuestas de vinculación entre la UNAM y las universidades de provincia, pero no han rendido los frutos esperados.
En la práctica es complicado por la misma mecánica administrativa: algunas universidades ni siquiera cuentan con un catálogo de existencias y no tienen un área específica para eso. He visto que muchas veces esos libros que edita la universidad ni siquiera están en la librería de la propia institución