Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- El pasado 6 de septiembre, la escritora y periodista Violeta Alejandra Santiago Hernández obtuvo el Premio Bellas Artes de Crónica Literaria Carlos Montemayor 2021 gracias a su obra Fuegos Fatuos, investigación que aborda la búsqueda de personas desaparecidas.
Emocionada por el reconocimiento, Violeta narra que este tipo de premios incentivan a quienes como ella gustan de nutrir con elementos de la literatura a los textos periodísticos, pues son herramientas que no siempre tienen cabida en los medios de comunicación convencionales.
La crónica, que permanece inédita, hace un seguimiento a los integrantes de la Quinta Brigada de Búsqueda de Personas Desaparecidas en el norte de Veracruz, en febrero de 2020, antes de que la pandemia interrumpiera estos trabajos. “Me concentré en las historias, en lo humano, quiero transmitir lo que significa estar en una búsqueda de este tipo, de generar empatía, porque aún pesa la criminalización de las víctimas y creen que se las llevaron porque estaban en malos pasos”.
El tema de la desaparición de personas ha sido abordado por Violeta desde 2014, cuando Javier Duarte de Ochoa gobernaba Veracruz. La joven periodista se acercó a casos particulares para ir conociendo cada historia y no dejarse llevar por las versiones oficiales, lo que se palpó en el libro Guerracruz (2019) en el cual los colectivos detallan cuál es su método de trabajo, cuándo se fundaron y a qué tipo de obstáculos se enfrentan, sobre todo porque siempre surge “la mano del Estado”, cuando la propia policía es denunciada por participar en secuestros.
Llevado a los sentimientos de pérdida, el texto se hace preguntas que llevan a terrenos personales, como el recordar a pueblos que hace no muchos años se distinguían por su clima de paz y trabajo: “En la historia menciono que mi padre es originario de Poza Rica y me dice constantemente que siente tristeza de verla convertida en otra cosa; es una sensación que comparto, pues me pasa con Agua Dulce, al sur de Veracruz, que era un lugar pequeño, tranquilo, donde conoces a todas las personas y crees que no va a pasar nada, pero poco a poco la absorbió la violencia”.
Para Violeta, es imposible no sentir empatía cuando alguien te cuenta que no sabe dónde está su ser querido, pero más allá de eso, en el sentido estrictamente periodístico sabe que es una obligación profesional dar un contexto mayor, explicar qué fenómenos ocurren para llegar a historias como esas. “No tenemos la respuesta, pero sí lo podemos poner en la agenda social, es hacer presión para tratar que de esto pare, de que el Estado deje de violentarnos, porque están implicados alcaldes, policías, militares… callar es ser cómplice, omitir es criminalizar y te conviertes en parte del problema”.
La colaboradora de medios como Vice News y Aristegui Noticias relata que ella no eligió hacer este tipo de coberturas, pero la realidad “me golpeó a la cara”. Acepta que al inicio fue complicado, incluso incomprensible aceptar que la desaparición de las personas fuera tan planificada, con una organización sólida en todo el país. “Eso no ha parado, a la fecha se reportan la Segob reconoce más de 80 mil mexicanos desaparecidos desde 2006; mientras eso no se detenga, no debemos normalizarlo ni dejar de sorprendernos”.
Para finalizar, Violeta subraya que se inclina siempre por la crónica como su género periodístico favorito, y cita a Ernest Hemingway como su referencia en cuanto a método de trabajo: “Escribe ebrio y edita sobrio… cuando tomas las herramientas literarias pero no ficcionas nada, entonces estás listo para que los lectores lean algo real”.