Morelia, Mich. (OEM-Infomex).- En el marco del Tercer Encuentro de Estudios de las Culturas Indígenas realizado en la Escuela Nacional de Estudios Superiores de la UNAM campus Morelia, se realizó una mesa de análisis para recordar al maestro Miguel León Portilla, filósofo e historiador mexicano que se especializó en el estudio de la lengua y literatura náhuatl, y quien falleciera el pasado 1 de octubre.
La charla estuvo encabezada por Félix Lerma Rodríguez, doctor en Historia del Arte, e Ignacio Silva Cruz, maestro en Estudios Mesoamericanos por la máxima casa de estudios. En su intervención, Lerma recordó los primeros años del entonces joven Miguel León Portilla, un curioso estudiante del Colegio de México que desde muy temprana edad se interesó por los estudios en lengua náhuatl, lo que lo llevó a fundar el Seminario de Cultura Náhuatl en 1956 junto al padre Ángel María Garibay, quien se significó como uno de sus primeros maestros y sin duda uno de los más estrictos, recordó Lerma, tanto, que le dejaba tareas muy complejas que tenía que concluir en pocos días. El mismo sacerdote fue quien instó a su pupilo a que estudiara la lengua, lo que comenzaría con una larga amistad y sobre todo una complicidad académica que dio muchos frutos.
Nacido en la Ciudad de México en 1926, León Portilla es considerado como el principal experto en el pensamiento y la cultura náhuatl. Entre muchos otros, obtuvo el Premio Nacional de Ciencias y Artes en 1981, la Medalla Belisario Domínguez en 1995, el Premio Internacional Alfonso Reyes en el 2000 y el Premio Leyenda Viviente 2013. Lerma Rodríguez centró parte de su intervención en hacer algunas reflexiones de la tesis (y posterior libro) La filosofía náhuatl estudiada en sus fuentes, donde el doctor analiza temas como la imagen náhuatl del universo, las ideas metafísicas y teológicas de los nahuas y el pensamiento náhuatl acerca del hombre. Otros libros referidos por el académico de la UNAM fueron La visión de los vencidos. Relaciones indígenas de la Conquista (1959); Quince poetas del mundo náhuatl (1993) y Religión de los Nicaraos. Análisis y comparación de tradiciones culturas nahuas (1972).
Finalmente, Ignacio Silva Cruz subrayó que a León Portilla se le ve como un mito épico pero así fue en la realidad, un hombre con una memoria prodigiosa, humano, humilde y muy trabajador. Recordó que su esposa contaba sobre un viaje a España donde no conoció nada más que la casa donde se hospedaban y el archivo al que asistía el académico.
“Así era de disciplinado y hoy, donde quiera que se encuentre, seguramente está planeando un nuevo estudio”, concluyó, como una manera de recordar a quien más allá de su sabiduría, sembró la admiración entre quienes lo conocieron.