/ sábado 17 de octubre de 2020

Talleres de grabado persisten ante la crisis

Venta por plataformas digitales y exposiciones colectivas, entre las alternativas para difundir sus trabajos

Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).– Antes de la pandemia, cuando la precarización laboral ya era una constante entre la clase trabajadora mexicana, grupos de amigos con intereses afines y en su mayoría egresados de la Facultad Popular de Bellas Artes de esta capital, tomaron la estafeta generacional y fundaron sus propios talleres gráficos como una opción de autoempleo que les permitiera no desligarse de sus búsquedas artísticas.

Esta edición del Fin D busca dar a conocer el trabajo de 5 talleres de grabado cuyos emprendimientos han logrado salir a flote a pesar de las condiciones adversas que trajo consigo la pandemia. Oficiantes de la serigrafía y el grabado en sus diversas técnicas tradicionales, los jóvenes aquí convocados demuestran que el espíritu del Taller de la Gráfica Popular (TGP) y demás movimientos artísticos que hicieron de la gráfica su medio y soporte, sigue vivo y renueva sus bríos.

Nurite gráfico (taller y tienda)

Fundado en 2015 y ubicado actualmente en Amado Nervo # 45, Centro, Nurite gráfico está conformado por 8 grabadores. Es un espacio abierto a artistas en formación que deseen imprimir y desarrollar algún proyecto. A decir de Zaizhi Monfon Lagunas, “durante un año funcionó como galería para artistas emergentes en busca de generar sus primeras exposiciones” y se ha ido transformando hasta convertirse en una tienda-taller donde también se imparten clases de grabado los jueves de 16:00 a 20:00 horas durante todo el año.

Una de las estrategias para salir avante de la pandemia ha sido imprimir playeras con diseños de los miembros del colectivo y vender sus estampas por las redes sociales, así como establecer alianzas con el resto de los talleres emergentes de Morelia, para organizar exposiciones y gestionar espacios de venta y difusión.

Foto: Iván Arias | El Sol de Morelia

“Hemos hecho una edición de playeras que fue la primer idea que tuvimos para salir a flote durante la cuarentena, pues cada quien permaneció en su casa trabajando. También iniciamos con un fanzine de “stickers” bajo la temática de insectos, que nos ayudará a juntar dinero para seguir pagando la renta y nuestros gastos personales”, explicó Juan Ache Vera, co-fundador de Nurite.

Foto: Iván Arias | El Sol de Morelia

Axuni y la Sociedad de grabadores michoacanos

Fundado hace 4 años y conformado por 8 integrantes, este lugar que tomó su nombre de la voz purépecha para designar al venado, inició como un juego de amigos “con una mesa, un pulpo de serigrafía y pocas herramientas” –dijo Francisco Robles–, hasta convertirse en el modus vivendi de sus integrantes, quienes también elaboran marcos y muebles de madera, imprimen serigrafía y diversifican sus oficios para sostener el espacio ubicado en Ignacio Zaragoza # 779, colonia Industrial.

También integrante del taller, el artista gráfico Hugo Amaya sugiere que la cuarentena disparó las ventas de grabados e ilustraciones difundidos a través de las redes sociales, lo cuál –dijo– “fue algo que nos sorprendió”.

“Hemos sido afectados porque, de una u otra manera, practicamos otras actividades a parte de la gráfica, por ejemplo, hacemos marcos, serigrafía y algo de carpintería, entonces a partir de la pandemia ese negocio sí cayó bastante”, explicó.

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Foto: Iván Arias | El Sol de Morelia

A pregunta expresa, dijo que Axuni tiene sus puertas abiertas para las y los interesados en imprimir sus placas o trabajar ahí sus proyectos de estampa. Únicamente es necesario reservar con anticipación mediante las redes sociales y pagar una cooperación para el material utilizado.

Juan Eduardo Salinas, co-fundador del taller e impulsor de la Sociedad de grabadores michoacanos, dijo que “los primeros tres meses de la pandemia estuvo muerto esto” y explicó que para poderse sobreponer les ha tocado hacer trabajos comerciales a la par de sus propuestas personales.

Foto: Iván Arias | El Sol de Morelia

La Sociedad de Grabadores, además de “Axuni”, se encuentran los talleres “Nurite”, “Los Agachados”, “Alternativa gráfica” y “Las Adelitas”, con los cuales se realizaría un festival de gráfica en Semana Santa, que se vieron obligados a suspender también por la contingencia sanitaria. Sin embargo, para mediados de noviembre los talleres mencionados y otros grabadores jóvenes, tendrán una exposición en la Casa Taller “Alfredo Zalce”.

A pesar de dicha iniciativa, el grabador uruapense y fundador del taller Francisco Robles, dijo que hace falta mucho por hacer en materia de promoción a la gráfica michoacana, desde transparentar las convocatorias emitidas por la Secretaría de Cultura de Michoacán (Secum), hasta dotar de “más espacios de calidad y con buena infraestructura”, sin olvidar que éstos “deben estar dirigidos por personas que le den valor a las instituciones y levanten los talleres”, advirtió en referencia a su maestro Samuel Díaz, quien estuvo a cargo de la escuela Mapeco en Uruapan.

Foto: Iván Arias | El Sol de Morelia


“Los Agachados” y un proyecto editorial en ciernes

A dos años y medio de haberse fundado, el taller “Los Agachados” se mudó del Centro a una casa en la colonia Félix Ireta “por cuestiones de adaptación y para crecer un poco más”, dijo Edna Guzmán egresada de la Facultad Popular de Bellas Artes y co-fundadora del espacio.

“Recién llegados a este espacio tuvimos que cancelar una exposición por la pandemia, entonces publicamos la exposición virtualmente y hemos manejado todo por redes sociales y así nos hemos mantenido activos”, dijo y adelantó que mientras preparan “una expo” con todos los talleres en noviembre, planean hacer un fanzine con los 7 artistas que conforman el taller.

Foto: Iván Arias | El Sol de Morelia

Por su parte, Jonathan Tapia explicó que le dieron ese nombre al taller en honor al caricaturista zamorano Eduardo del Río, “Rius”, quien –dijo– “llevó su obra a través de la caricatura política y la ilustración”. Contra todo pronóstico advirtió que el tiempo cero de la pandemia ha sido prolífico, puesto que él ha enviando estampas a cerca de 12 países diferentes, entre Estados Unidos, Europa, Latinoamérica y Australia.

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“Sí hay unas condiciones materiales imponiéndose, pero también se pueden llevar a cabo algunas estrategias para que no haya estragos en materia económica”, dijo para luego explicar que el próximo año planean lanzar un proyecto editorial independiente para publicar textos de escritores michoacanos, desvinculado de partidos políticos, secretarías de cultura e instituciones públicas.

“Creemos que es importante generar vías autónomas de creación, transformación e impacto social, pero también de impacto personal”, advirtió.

Foto: Iván Arias | El Sol de Morelia

“Las Adelitas” buscan socializar técnicas de grabado

Un casa en la colonia Obrera es el lugar donde Adela Torres Vázquez decidió montar su pequeño tórculo y establecer su taller de grabado, en el cuál también desarrolla proyecto de libro de artista –junto a Luna Monreal– y elabora marcos.

Estudiante del último años de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Michoacana –y abocada al grabado desde hace 6 años–, Torres Vázquez explicó en entrevista con este medio que la pandemia impulsó a las dos integrantes del taller “a hacer videos, infografías y hablar de técnicas gráficas desde casa”, a través de la página de Facebook del taller.

Foto: Mariana Luna | El Sol de Morelia

“Cuando empezamos a subir esta información, gente de varios estados se acercó a proponernos colaboraciones. También estamos formando un catálogo de obra con Luna Monreal, para ponerlo a la venta porque nos dimos cuenta de la importancia que tiene el archivo: hacer un registro de la obra y saber a quién se la vendiste”, explicó.

Entre proyectos y encargos, la cuarentena les ha traído la petición de un exlibris, un grabado exprofeso para la portada de un poemario y la ilustración de un poema de Raúl Eduardo González.

“Las Adelitas” también forman parte de la Sociedad Michoacana de Grabadores y preparan obras para la exposición de noviembre. A su vez, Torres Vázquez y Monreal están interesadas en los libros de artista, artefactos híbridos en los cuales exploran temas como el recuerdo y la memoria, a partir de situaciones cotidianas ligadas a sus familiares, amigos, sus estudios y afinidades musicales.

Sigue leyendo: Luchar contra gigantes: el camino de Deliverygud y Taxibit

Foto: Mariana Luna | El Sol de Morelia

La historia de este taller privado tiene por antecedente los círculos de “mini-print” que Torres Vázquez comenzó a hacer entre amigos, luego de recibir como obsequio una prensa pequeña. Pero antes ya se juntaban en torno al espacio “La Casa Azul”, para dibujar y tocar música tradicional, mezcla de experiencias que llevó a Adela Torres a trabajar en el taller de Artemio Rodríguez, en Tacámbaro, lo cual acentuó su gusto por el grabado tradicional.

“Encontré el nombre de “Las Adelitas” por mi abuela, así se llama, y como tenemos una tienda en la colonia Vasco de Quiroga nos conocen como Las Adelitas… Además, en el contexto feminista, ese nombre connota a una mujer noble y valiente”, explicó.

Antes de establecerse en la Obrera, las integrantes de este taller colaboraron por 6 meses en “La olotera”, galería y taller cerrado a causa de la pandemia. “Teníamos un contrato con una inmobiliaria y la renta sí estaba algo elevada, entonces, la opción que tuvimos fue dejar el espacio al ver que esto duraría mucho tiempo”, señaló.

Foto: Mariana Luna | El Sol de Morelia

Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).– Antes de la pandemia, cuando la precarización laboral ya era una constante entre la clase trabajadora mexicana, grupos de amigos con intereses afines y en su mayoría egresados de la Facultad Popular de Bellas Artes de esta capital, tomaron la estafeta generacional y fundaron sus propios talleres gráficos como una opción de autoempleo que les permitiera no desligarse de sus búsquedas artísticas.

Esta edición del Fin D busca dar a conocer el trabajo de 5 talleres de grabado cuyos emprendimientos han logrado salir a flote a pesar de las condiciones adversas que trajo consigo la pandemia. Oficiantes de la serigrafía y el grabado en sus diversas técnicas tradicionales, los jóvenes aquí convocados demuestran que el espíritu del Taller de la Gráfica Popular (TGP) y demás movimientos artísticos que hicieron de la gráfica su medio y soporte, sigue vivo y renueva sus bríos.

Nurite gráfico (taller y tienda)

Fundado en 2015 y ubicado actualmente en Amado Nervo # 45, Centro, Nurite gráfico está conformado por 8 grabadores. Es un espacio abierto a artistas en formación que deseen imprimir y desarrollar algún proyecto. A decir de Zaizhi Monfon Lagunas, “durante un año funcionó como galería para artistas emergentes en busca de generar sus primeras exposiciones” y se ha ido transformando hasta convertirse en una tienda-taller donde también se imparten clases de grabado los jueves de 16:00 a 20:00 horas durante todo el año.

Una de las estrategias para salir avante de la pandemia ha sido imprimir playeras con diseños de los miembros del colectivo y vender sus estampas por las redes sociales, así como establecer alianzas con el resto de los talleres emergentes de Morelia, para organizar exposiciones y gestionar espacios de venta y difusión.

Foto: Iván Arias | El Sol de Morelia

“Hemos hecho una edición de playeras que fue la primer idea que tuvimos para salir a flote durante la cuarentena, pues cada quien permaneció en su casa trabajando. También iniciamos con un fanzine de “stickers” bajo la temática de insectos, que nos ayudará a juntar dinero para seguir pagando la renta y nuestros gastos personales”, explicó Juan Ache Vera, co-fundador de Nurite.

Foto: Iván Arias | El Sol de Morelia

Axuni y la Sociedad de grabadores michoacanos

Fundado hace 4 años y conformado por 8 integrantes, este lugar que tomó su nombre de la voz purépecha para designar al venado, inició como un juego de amigos “con una mesa, un pulpo de serigrafía y pocas herramientas” –dijo Francisco Robles–, hasta convertirse en el modus vivendi de sus integrantes, quienes también elaboran marcos y muebles de madera, imprimen serigrafía y diversifican sus oficios para sostener el espacio ubicado en Ignacio Zaragoza # 779, colonia Industrial.

También integrante del taller, el artista gráfico Hugo Amaya sugiere que la cuarentena disparó las ventas de grabados e ilustraciones difundidos a través de las redes sociales, lo cuál –dijo– “fue algo que nos sorprendió”.

“Hemos sido afectados porque, de una u otra manera, practicamos otras actividades a parte de la gráfica, por ejemplo, hacemos marcos, serigrafía y algo de carpintería, entonces a partir de la pandemia ese negocio sí cayó bastante”, explicó.

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A pregunta expresa, dijo que Axuni tiene sus puertas abiertas para las y los interesados en imprimir sus placas o trabajar ahí sus proyectos de estampa. Únicamente es necesario reservar con anticipación mediante las redes sociales y pagar una cooperación para el material utilizado.

Juan Eduardo Salinas, co-fundador del taller e impulsor de la Sociedad de grabadores michoacanos, dijo que “los primeros tres meses de la pandemia estuvo muerto esto” y explicó que para poderse sobreponer les ha tocado hacer trabajos comerciales a la par de sus propuestas personales.

Foto: Iván Arias | El Sol de Morelia

La Sociedad de Grabadores, además de “Axuni”, se encuentran los talleres “Nurite”, “Los Agachados”, “Alternativa gráfica” y “Las Adelitas”, con los cuales se realizaría un festival de gráfica en Semana Santa, que se vieron obligados a suspender también por la contingencia sanitaria. Sin embargo, para mediados de noviembre los talleres mencionados y otros grabadores jóvenes, tendrán una exposición en la Casa Taller “Alfredo Zalce”.

A pesar de dicha iniciativa, el grabador uruapense y fundador del taller Francisco Robles, dijo que hace falta mucho por hacer en materia de promoción a la gráfica michoacana, desde transparentar las convocatorias emitidas por la Secretaría de Cultura de Michoacán (Secum), hasta dotar de “más espacios de calidad y con buena infraestructura”, sin olvidar que éstos “deben estar dirigidos por personas que le den valor a las instituciones y levanten los talleres”, advirtió en referencia a su maestro Samuel Díaz, quien estuvo a cargo de la escuela Mapeco en Uruapan.

Foto: Iván Arias | El Sol de Morelia


“Los Agachados” y un proyecto editorial en ciernes

A dos años y medio de haberse fundado, el taller “Los Agachados” se mudó del Centro a una casa en la colonia Félix Ireta “por cuestiones de adaptación y para crecer un poco más”, dijo Edna Guzmán egresada de la Facultad Popular de Bellas Artes y co-fundadora del espacio.

“Recién llegados a este espacio tuvimos que cancelar una exposición por la pandemia, entonces publicamos la exposición virtualmente y hemos manejado todo por redes sociales y así nos hemos mantenido activos”, dijo y adelantó que mientras preparan “una expo” con todos los talleres en noviembre, planean hacer un fanzine con los 7 artistas que conforman el taller.

Foto: Iván Arias | El Sol de Morelia

Por su parte, Jonathan Tapia explicó que le dieron ese nombre al taller en honor al caricaturista zamorano Eduardo del Río, “Rius”, quien –dijo– “llevó su obra a través de la caricatura política y la ilustración”. Contra todo pronóstico advirtió que el tiempo cero de la pandemia ha sido prolífico, puesto que él ha enviando estampas a cerca de 12 países diferentes, entre Estados Unidos, Europa, Latinoamérica y Australia.

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“Sí hay unas condiciones materiales imponiéndose, pero también se pueden llevar a cabo algunas estrategias para que no haya estragos en materia económica”, dijo para luego explicar que el próximo año planean lanzar un proyecto editorial independiente para publicar textos de escritores michoacanos, desvinculado de partidos políticos, secretarías de cultura e instituciones públicas.

“Creemos que es importante generar vías autónomas de creación, transformación e impacto social, pero también de impacto personal”, advirtió.

Foto: Iván Arias | El Sol de Morelia

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Un casa en la colonia Obrera es el lugar donde Adela Torres Vázquez decidió montar su pequeño tórculo y establecer su taller de grabado, en el cuál también desarrolla proyecto de libro de artista –junto a Luna Monreal– y elabora marcos.

Estudiante del último años de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Michoacana –y abocada al grabado desde hace 6 años–, Torres Vázquez explicó en entrevista con este medio que la pandemia impulsó a las dos integrantes del taller “a hacer videos, infografías y hablar de técnicas gráficas desde casa”, a través de la página de Facebook del taller.

Foto: Mariana Luna | El Sol de Morelia

“Cuando empezamos a subir esta información, gente de varios estados se acercó a proponernos colaboraciones. También estamos formando un catálogo de obra con Luna Monreal, para ponerlo a la venta porque nos dimos cuenta de la importancia que tiene el archivo: hacer un registro de la obra y saber a quién se la vendiste”, explicó.

Entre proyectos y encargos, la cuarentena les ha traído la petición de un exlibris, un grabado exprofeso para la portada de un poemario y la ilustración de un poema de Raúl Eduardo González.

“Las Adelitas” también forman parte de la Sociedad Michoacana de Grabadores y preparan obras para la exposición de noviembre. A su vez, Torres Vázquez y Monreal están interesadas en los libros de artista, artefactos híbridos en los cuales exploran temas como el recuerdo y la memoria, a partir de situaciones cotidianas ligadas a sus familiares, amigos, sus estudios y afinidades musicales.

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Foto: Mariana Luna | El Sol de Morelia

La historia de este taller privado tiene por antecedente los círculos de “mini-print” que Torres Vázquez comenzó a hacer entre amigos, luego de recibir como obsequio una prensa pequeña. Pero antes ya se juntaban en torno al espacio “La Casa Azul”, para dibujar y tocar música tradicional, mezcla de experiencias que llevó a Adela Torres a trabajar en el taller de Artemio Rodríguez, en Tacámbaro, lo cual acentuó su gusto por el grabado tradicional.

“Encontré el nombre de “Las Adelitas” por mi abuela, así se llama, y como tenemos una tienda en la colonia Vasco de Quiroga nos conocen como Las Adelitas… Además, en el contexto feminista, ese nombre connota a una mujer noble y valiente”, explicó.

Antes de establecerse en la Obrera, las integrantes de este taller colaboraron por 6 meses en “La olotera”, galería y taller cerrado a causa de la pandemia. “Teníamos un contrato con una inmobiliaria y la renta sí estaba algo elevada, entonces, la opción que tuvimos fue dejar el espacio al ver que esto duraría mucho tiempo”, señaló.

Foto: Mariana Luna | El Sol de Morelia

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