Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- Los títeres constituyen una forma de arte que debe defenderse, esa es la postura enarbolada por la organización La Mueca, que este 1 de mayo ha iniciado la temporada de una obra, justamente titiritera, llamada Pícaros y valientes. Las presentaciones correrán los domingos de estos dos meses siguientes.
La referida obra titiritera entreteje la dramaturgia del argentino Javier Villafañe, con títeres elaborados junto al director, actor y titiritero cubano Armando Morales y la interpretación de los actores que son parte de La Mueca, es decir, Ana Laura Díaz y Joaquín Ortiz.
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Este último concedió una entrevista donde mencionó que, en efecto, en la organización de la que es parte entienden el valor cultural e histórico de los títeres, las posibilidades expresivas de estos y la necesidad de no dejarlos en el olvido pese a que la sociedad ha volcado su mirada a lo digital.
“Los títeres han tenido una presencia muy grande porque sus rastros arqueológicos están en prácticamente en todas las culturas, pero se fue perdiendo, esta expresión fue quedando al lado sobre todo con la era industrial y también sucedió que la gente de teatro suele despreciarlo, lo cual consideramos estúpido (…) Armando Morales defendía que el hecho de que un actor sea capaz de animar figuras es importante, un recurso expresivo de validez extraordinaria”, indicó.
Por esto continúan presentando obras como Pícaros y valientes al público local, una obra que en realidad es una antología conformada por tres historias, las cuales cada domingo irán alternando, porque hay tiempo para presentar dos.
Para el inicio de la temporada, La Mueca tomó los relatos de El caballero de la mano de fuego, una versión de los cuentos de princesas y castillos europeos, sobre todo por la forma en que está musicalizada, “le pusimos melodías muy medievales al principio y luego tiene milongas, marimba, son huasteco, es una ópera latinoamericanizada”.
La segunda es Pedro Urdemales, un taimado personaje que, dijo, “no es propiamente que sea malo, es una persona que transita por la vida con mañas, pero sin las barbaridades de los dirigentes actuales; los pícaros no son tan graves como las élites empresariales y políticas que tienen destrozado al mundo actual”.
La tercera historia es El soldadito de guardia, que tiene una mirada ácida hacia el ejército, “es un tema muy de actualidad y no sé si a todo mundo le gustará la crítica que se hace, pero lo hacemos desde un punto de vista positivo”. Las funciones serán los domingos al medio día, por los siguientes dos meses.