Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- Sí. Hay veces que uno no quiere ser madre, ni hija, ni esposa. No sucede todo el tiempo, pero sí pasa. Una piensa a veces cómo es que se metió en semejante torbellino de obligaciones, tareas, compromisos y responsabilidades. Añora dormir de corrido, beber toda la noche, bañarse cuando uno quiera, leer uno, dos, tres libros y sobre todo no sentir el peso asfixiante de la maternidad, de la vida en familia. Quién diga lo contrario, peca de hipócrita. Todas lo hemos sentido o lo sentiremos.
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Sarah Carolin Olivia Colman (30 de enero de 1974) es una actriz extraordinaria, en una etapa extraordinaria, en papeles extraordinarios con los que nos identificamos mujeres de nuestra generación, quizás por eso es tan impactante verla actuar de esa manera tan natural, tan como tú o como yo, con los mismos pensamientos y sentimientos.
Colman (Gran Bretaña) en todos sus actuaciones es una mujer de tantas. Independientemente de nacionalidades y de posición económica, es una mujer fuera de serie, madura, con la carne fofa, con el pelo corto, con las patas de gallo asomándose en el rabillo del ojo, mujeres que vamos saliendo de la década de los cuarenta y vamos vertiginosamente hacia los cincuenta, que padecimos (¿padecemos?) aún los estragos del machismo de nuestros padres, abuelos, jefes, compañeros de trabajo, vecinos, hermanos.
Mujeres que, sin embargo, logramos abrirnos paso, forjar un nombre, que con los hijos a cuestas (ahora ya adolescentes o adultos jóvenes), pensamos a veces con desazón y malicia en los tiempos, en las oportunidades y en los amores idos.
En el estreno como directora de esta gran historia, Maggie Gyllenhaal (Lower East Side, 16 de noviembre de 1977) hace una simbiosis perfecta con Colman en una cinta en la que ambas hacen gala de su conocimiento inequívoco de los claroscuros de la naturaleza humana, de la condición femenina y la maternidad, esa que a veces reniega de los hijos, del marido, del jefe, de la vida y las presiones de otras mujeres y sobre todo de no poder disfrutar en paz un tiempo a solas, tan necesario y vital.
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¿Cuántas mujeres hoy se atreven a tomar maletas y escaparse una semana de vacaciones a donde les plazca?, ¿cuántas lo han hecho o pensado en hacerlo?, ¿cuántas de nosotras desde que decidimos ser madres nos hemos vuelto a tirar de panza en la arena mientras recordamos una buena lectura o fantaseamos con una aventura fugaz? La fotografía de la película con muchos azules nostálgicos, es por demás increíble, con encuadres perfectos que remiten a la paz anhelada.
The Lost Daughter es un recordatorio de que aún estamos vivas, pero sí, también muy atadas a un sistema social en el que la maternidad es –muchas veces– sobrevalorada, y en eso celebro que mis hijas puedan hoy decidir cada vez con más fuerza y determinación, si tendrán o no hijos, si se casarán o sí se irán solas de vacaciones.
Ficha Técnica: The Lost Daugther
Género: psicodrama
Año: 2021
Opera Prima escrita y dirigida por Maggie Gyllenhaal, basada en el libro homónimo de la escritora italiana Elena Ferrante, lanzado en 2008