Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- Para el escritor purépecha, Ismael García Marcelino, la mirada y el trato romanticista que se le da a la cultura indígena en México genera más daño que beneficios, por lo que aseveró que es una necesidad urgente modificar el discurso que se tiene con los pueblos originarios.
Dentro de las actividades del Tercer Encuentro de Estudios de las Culturas Indígenas en homenaje a Miguel León Portilla, se realizó el panel “Reflexión y diálogo sobre las literaturas purépechas: pasado, presente y futuro”, donde el poeta originario de Ihuatzio fue crítico ante el supuesto fortalecimiento de las tradiciones en las comunidades.
“Mucho de lo que se hace en favor de la cultura indígena es sólo discurso, cuando la realidad es que para muchos se ha vuelto una necesidad deshacerse de este sector porque históricamente ha representado un peso en la historia de México”.
Abundó que cuando se le quiere dar el folclore a la imagen indígena el único mensaje que se está enviando es que precisamente no se es indígena, “es una forma de decir que no somos nosotros, que estamos disfrazados y que somos indios nada más cuando es necesario”.
Un ejemplo de lo anterior, abundó, es el caso de la cantante Lila Downs, a quien criticó por las diferentes vestimentas indígenas que utiliza para proyectar su carrera musical, pues argumentó que busca identidades que no tiene y que tampoco está obligada a tener.
En este sentido, descalificó la alabanza falsa y los paternalismos con la que las instituciones y sociedad se dirige a las comunidades, a quienes mencionan como si fueran de todos, “debemos normalizar la convivencia, dejar de lado esos orgullos porque somos de tal parte o hablamos tal lengua, esto no significa que nos sintamos avergonzados de nuestras raíces, pero hay que hacer cotidiana nuestra presencia, una cosa es mantener lo indígena y otra usar lo indígena”.
Por otra parte, el autor de novelas como “Alonso Mariano” y “Valentina espíritu” aseveró que al romantizar las culturas indígenas lo único que se está haciendo es poner una venda en los ojos de las personas, quienes se convierten en seres incapaces de “mirar cómo está desahuciado el mundo de las comunidades”.
Respecto al ámbito literario, señaló que el desarrollo del mismo en los pueblos purépechas o de cualquier otra etnia, no implica una garantía en la calidad de los textos, por lo que añadió que también es importante tener un crecimiento pero siempre con sentido.
LITERATURA PURÉPECHA SIN DIFUSIÓN
Durante su participación, la catedrática Sue Meneses Eternod subrayó que son varios factores que impiden que la literatura purépecha tenga una mayor presencia en el circuito literario del estado y de México, pero enfatizó que uno de los principales problemas es la falta de espacios de difusión.
“Aquí en Michoacán no existen grandes foros de discusión literaria o revistas de peso que le den apertura a los escritores purépechas y en general a cualquier persona que se dedique a la literatura; por ello, ante el panorama pobre que tenemos, los que han destacado y logrado hacer una carrera es porque decidieron buscar mejor suerte en otros estados”.
Asimismo, consideró que en la entidad se presenta un aislamiento lingüístico y geográfico, es decir, los grupos y comunidades indígenas no conviven entre ellas, por lo que cada quien toma su propio camino en todos los aspectos.
De la misma forma, refirió que en la mayoría de los pueblos originarios se suele priorizar la resolución de problemas agrarios, dejando de lado la reivindicación cultural y con ello un espacio para su desarrollo.
Otro aspecto que la académica calificó como un obstáculo para el impulso de la literatura purépecha, es la dificultad para crear alianzas con la academia, pues consideró que poco se le ha tomado en cuenta y aunque en ocasiones se realizan talleres, precisó que todo queda en un sentido coyuntural.
Sin embargo, añadió que el recuento de la literatura purépecha es muy amplio y pasa de lo tradicional a lo contemporáneo, como es el caso de las pirekuas, los discursos ceremoniales, las leyendas, creencias, cuentos, poesía y novela.
Mucho de lo que se hace en favor de la cultura indígena es sólo discurso, cuando la realidad es que para muchos se ha vuelto una necesidad deshacerse de este sector
Ismael García Marcelino