Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- Antes de ejecutar el penal que le daría el único título que tiene en su historia Monarcas Morelia, Heriberto Ramón Morales esbozó una sonrisa. No había nervios, inseguridades o dudas. El canterano estaba 100 por ciento seguro de que esa pelota iba terminar en las redes de Hernán Cristante. Y así fue, el disparo que salió de su botín izquierdo desató la locura de todo un estado.
Este próximo 16 de diciembre se cumplen 19 años de aquel memorable Invierno del 2000 en que se derrotó a Toluca en tanda de penales y de haber sabido que no se volvería a dar otro campeonato en todo este tiempo, Heriberto confiesa que hubiera hecho todo lo posible para tratar de disfrutarlo más.
“Cuando tomó el balón, el árbitro Felipe Ramos Rizo me dice en tono de broma que ya era momento de irnos, esto en alusión a que ya se habían jugado tiempos extras y se habían cobrado una cantidad importante de penales; pero la realidad es que por mi mente nunca me pasó que iba a fallar el disparo, al contrario, yo tenía la certeza que era la anotación del campeonato”.
Tras el gol, Heriberto corrió en busca de sus papás que se encontraban en las gradas del Estadio Nemesio Díez, pero la euforia del resto de jugadores y cuerpo técnico impidió que el lateral llegara a su destino. Todo era abrazos, algarabía y lágrimas.
En el juego de ida, Morelia se había impuesto 3-1 en el marcador. La vuelta fue sufrida como pocas. En menos de 45 minutos Toluca se hizo presente en dos ocasiones y puso a temblar a los seguidores rojiamarillos. Pero el equipo michoacano no se cayó, supo resistir y con personalidad lograron llevar el juego hasta el alargue.
Dejando de lado discursos románticos, el ex jugador profesional admite que en el plantel no eran un grupo de amigos, inclusive comparte que hasta la fecha rara vez tienen comunicación entre ellos, pero destaca que sabían ser compañeros dentro de la cancha.
“Éramos uno solo en la cancha, siempre íbamos uno detrás del otro, sabíamos de nuestras debilidades y virtudes, esto último era lo que tratábamos de potenciar. Para mí es un orgullo haber formado parte de ese equipo, porque además había de todo, gente que veníamos de las inferiores, jugadores nacionales ya con calidad comprobada y extranjeros funcionales”.
Monarcas calificó a esa liguilla en repechaje y aunque en un inicio las expectativas en el exterior no eran muy altas, Heriberto considera que todo se conjugó en el momento justo para que se pudiera dar el título.
Explica que lo mejor de ese Morelia es que supieron entender que eran un equipo de futbol y que estaba correctamente distribuido con jugadores como José Antonio Noriega, Flavio Davino, Hugo Chávez, el “Pastor” Lozano, Alex Fernández, Carlos Pavón, Ángel David Comizzo, Darío Franco, entre otros.
Sumado a esto, el michoacano también ve como clave el papel protagónico que jugó Luis Fernando Tena, a quien califica como un entrenador que sabe motivar y mover sus piezas dentro del terreno de juego, lo que le valió sellar un trabajo que inició años atrás Tomás Boy y que derivó en el campeonato.
Ganar un título no es fácil, en ese momento enfrentamos a un rival que marcó una época, pero afortunadamente se presentaron un cúmulo de situaciones para conseguir algo que el tiempo nos ha demostrado que no es nada sencillo de cosechar
Tras la vuelta olímpica en el Nemesio Díez, la fiesta se prolongó en Morelia hasta el día siguiente. Cuenta Heriberto que durante su carrera futbolística nunca le tocó volver a presenciar algo similar. Desde que el equipo salió del hotel de concentración para festejar por las calles de la ciudad, cientos de hinchas acompañaron en todo momento a los futbolistas.
Para Heriberto se trató de algo histórico, nunca antes visto en Morelia. El recorrido por las avenidas y encontrar un estadio Morelos totalmente abarrotado y listo para recibirlos, son cosas que el ex jugador asume como placenteras. Pero si se pudiera quedar con un solo momento de ese día, no duda en elegir ese instante en que pasaron por Catedral con el trofeo de campeón en las manos.
Heriberto se asume como un aficionado más del equipo y en este sentido, le cuesta trabajo entender por qué siguen pasando los años sin que la institución logre un título. Reflexiona y simplemente concluye que no se puede, que es complicado competir con nóminas tan altas como las de América, Tigres o Monterrey.
“La calidad siempre termina siendo la diferencia, los cambios que puede hacer un equipo en momentos críticos llegan a influir para obtener campeonatos, pero sin duda el trabajo que se hizo en esta temporada fue muy bueno, ahora faltará potenciar todas las líneas para conseguir el anhelado título”.
Luego de 19 años, Heriberto Ramón Morales admite que la sensación que le invade es la de añoranza, de que la ciudad pueda volver a festejar un campeonato. Como ex directivo del club y como hincha, el michoacano se lamenta que los momentos que se vivieron aquel sábado en Toluca hasta el momento no se han podido repetir. Por lo pronto, habrá que sujetarse al “recordar es volver a vivir”.