Morelia, Mich (OEM-INFOMEX).- La avenida Tepeyac se llenó de aplausos. Aficionados del extinto Monarcas y ahora Atlético Morelia, amigos del barrio y exjugadores de futbol, se congregaron en la colonia Guadalupe de la capital michoacana para despedir a Omar Trujillo.
Luego de que el día de ayer se diera a conocer que el exdefensa de Monarcas había fallecido a causa de un paro cardíaco a los 44 años, no fueron pocas las personas que se dieron cita a la funeraria, por lo que hubo la necesidad de cerrar la vialidad.
Nacido en la ciudad de Morelia, Omar Trujillo debutó con el Atlético Morelia en el año de 1998. Con la confianza que le otorgó en su momento el entrenador Tomás Boy, de a poco fue afianzándose en la defensa con su número 27 hasta convertirse en pieza clave del campeonato del Invierno del 2000.
Fueron sus compañeros de aquel título ganado ante Toluca los que se hicieron presentes, siendo Heriberto Ramón Morales y Jaime Alarcón los primeros en arribar al lugar.
Visiblemente consternado, Heriberto Morales expresó que todavía se encontraba en "shock" por tratarse de una noticia inesperada, lo que señaló, hace que su partida sea más dolorosa.
Por otra parte, consideró que en vida fue poco reconocida la labor que hizo Trujillo dentro del futbol y la sociedad, "pero que el día de hoy venga mucha gente a despedirlo pues habla de lo que él dio".
A decir de Jaime Alarcón, el excapitán proyectaba a la perfección los sueños que tenían muchos jóvenes por alcanzar el profesionalismo, pues veían en él siempre una buena actitud y un referente.
Hubo otros exjugadores que prefirieron no emitir comentarios como fue el caso de Hugo Chávez, quien al llegar simplemente pidió comprensión por el momento que se estaba viviendo.
En tanto, Jorge Kalú Gastélum recordó que el capitán rojiamarillo fue uno de los primeros que lo apoyó cuando llegó el momento de hacer su debut en la primera división.
"A todo mundo le encantaba la forma de ser de Omar, era una persona que abrazaba mucho a los chavos. En lo personal me arropó, me trató de la mejor manera y siempre me supo guiar, por eso siempre estaré agradecido con él".
Al calificarlo como un líder que "sudaba la camiseta" en todos los partidos, el exmediocampista adelantó que es probable que varios futbolistas, tanto activos como inactivos, realicen un homenaje póstumo, cosa que, añadió, también espera se haga de parte del Atlético Morelia.
Aunque al interior de la funeraria solamente se permitió el ingreso a familiares y amigos cercanos, sobre la avenida los asistentes recordaban al capitán entre tragos de cerveza, anécdotas y cantos de la barra Locura 81.
Y es que, a diferencia de otros futbolistas, Omar Trujillo siempre se negó a dejar el barrio. En el momento cumbre de su carrera, cuando incluso era seleccionado nacional, los vecinos de la Guadalupe se encontraban al jugador en la carnicería o en la tienda de abarrotes.
Tras emigrar a Atlas y terminar su carrera profesional en Tigres, regresó a sus calles y en los tiempos libres se dedicó a seguir jugando futbol con sus amigos, ya fuera en las canchas que estaban a unas cuadras de su casa o en la Liga Municipal de Futbol Morelia.
Pasada las 14:00 horas, la ceremonia religiosa puso fin al velorio. La carroza salió del lugar, pero antes de partir a su última escala, se detuvo para escuchar los últimos aplausos y vitoreos de los aficionados rojiamarillos. Así, al canto de "El Capi no se va, no se va, el Capi no se va" y mientras la banderas ondeaban por lo alto, Omar Trujillo se despidió lentamente, dejando para siempre el brazalete de capitán como legado.