Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- Con más de 40 años dedicados al judo, Luis Emilio Montes de Oca Torres no duda en afirmar que esta disciplina japonesa tiene características específicas que la hacen única. “La filosofía de este deporte es caerte y levantarte las veces que sean necesarias, en un entrenamiento te van a lanzar al suelo 600 veces y es el mismo número de ocasiones que tendrás que ponerte de pie”, expresa para tratar de explicar el porqué es un arte marcial incomparable.
Originario de Cuba y naturalizado mexicano, el entrenador se introdujo al judo a los 10 años, cuando profesores en La Habana comenzaron con la enseñanza del deporte que fue creado por Jigoro Kano en el año de 1862 y que, a partir de 1920, se dedicó a difundirlo por todo el mundo, al grado de que actualmente es una de las actividades más populares de Europa y de países en América como Brasil y Estados Unidos.
“En el judo siempre se piensa en la ayuda mutua, en el bienestar común, la modestia, la hermandad y también el coraje, pero siempre con respeto, nunca abusando de la superioridad deportiva sobre el rival y guardándole el respeto en cada competencia”.
Como seleccionado nacional de Cuba, Montes de Oca logró ser medallista en Campeonatos Nacionales, Juveniles, de Primera Fuerza y en el Festival Olímpico, mientras que a partir de 1993, ya instalado en México, decidió emprender la carrera de entrenador para impulsar el talento michoacano.
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"En el judo siempre se piensa en la ayuda mutua, en el bienestar común, la modestia, la hermandad y también el coraje, pero siempre con respeto..."
Luis Emilio Montes de Oca Torres, entrenador
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En este sentido y luego de 20 años de mantenerse al frente de la selección estatal, ostenta el puesto del entrenador con más número de medallas en Olimpiada Nacional y Juegos Nacionales Conade, lo que le hizo acreedor a ser elegido en su momento como ganador del Premio Estatal del Deporte y a ser designado como el encargo de los judocas aztecas.
Dentro del contexto del Día Mundial del Judo que se conmemora cada 28 de octubre, reflexiona para El Sol de Morelia sobre los avances que se han tenido en la disciplina y los retos que hay en puerta a nivel estatal.
“A nivel nacional se han registrado muchos avances, pues el judo se practica en la mayoría de los estados, goza de cierta popularidad. También ha estado evolucionando con los nuevos sistemas de clasificación, pero esto al mismo tiempo hace que se vuelva más complejo, ya que para poder asistir a campeonatos mundiales se requiere de estar compitiendo en certámenes internacionales, lo que implica destinar una fuerte cantidad de dinero”.
A nivel estatal, expone que no son pocos los años que han dedicado para intentar desarrollar el deporte y aunque han logrado tener representación en Primera Fuerza, Universitario y Juniors, así como obtener medallas a nivel Panamericano y Centroamericano, reconoce que visualizan retos importantes.
“En los últimos años ha ido bajando la participación, sumado a que tampoco no hemos podido sacar este deporte de Morelia, no se ha logrado esa masificación en los municipios, lo cual nos beneficiaría al momento de captar talentos, ese sigue siendo nuestro reto”.
Además, considera que lo ideal sería que se contara con entrenadores de tiempo completo, pues por la falta de recursos, se ven obligados a tener distintas profesiones, lo que se vuelve un obstáculo para el crecimiento.
Respecto a las categorías infantiles, Emilio Montes de Oca precisa que, tras la pandemia, la práctica en los niños vino a la baja, de tal manera que se encuentran en un proceso de reactivación para volver a alcanzar los niveles que en su momento lograron.
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"En los últimos años ha ido bajando la participación, sumado a que tampoco no hemos podido sacar este deporte de Morelia, no se ha logrado esa masificación en los municipios..."
Luis Emilio Montes de Oca Torres, entrenador
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Para conmemorar al judo y a Jigoro Kano, atletas de la actualidad, veteranos y retirados se congregaron en las instalaciones del Centro Deportivo Ejército de la Revolución (CDER) para llevar a cabo lo que ellos llaman un “entrenamiento especial”, donde además de convivir e intercambiar experiencias, coincidieron en que, a diferencia de otros deportes, este arte marcial les dotó de una confianza y seguridad que han aprendido a trasladar a cualquier esfera de la vida.
