Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- Luego de su paso como funcionario por la Comisión Estatal de Cultura Física y Deporte (Cecufid), Sergio García Malfavón ha iniciado una nueva etapa como presidente de la Asociación Michoacana de Judo, donde entre otras cosas, tendrá el reto de posicionar a la disciplina en la entidad.

En conversación con El Sol de Morelia, el exdeportista y campeón nacional compartió lo que significa su reciente designación, así como los proyectos que tiene previsto echar a andar en el mediano y largo plazo.

¿Cómo asumes este reto ahora como presidente de la asociación de judo?

Con mucho entusiasmo y alegría, la verdad es que para mí un honor que mis compañeros de la mesa directiva me hayan propuesto y elegido para esta encomienda, que es una labor que en lo personal la siento como una obligación moral y la tomo con mucho gusto, cariño y ganas.

¿Cuáles son los primeros retos que te has establecido a tu llegada?

Uno de los más importantes es el incentivar la incorporación de nuevos talentos, que se sumen los niños y jóvenes a la disciplina, ya sea por captación, actividad física, por desarrollo personal o cualquiera de los beneficios que aporta el judo a la sociedad.

¿Cómo encuentras al judo michoacano en este momento?

Lo encuentro en la renovación completa, tanto en la asociación como en la incorporación de entrenadores y de nuevos talentos, porque tenemos una cantera ahí de niños que estoy seguro que pronto van a dar de que hablar.

¿Cuándo podremos empezar a ver resultados en la disciplina?

Trabajar un proyecto a corto plazo para resultados deportivos es arrojarte al precipicio y al fracaso porque los resultados que se dan acelerando un proceso y etapas deportivas es riesgoso, además de efímero sin tener una base. Nosotros lo que estamos proyectando es a mediano y largo plazo.

¿Cuáles son los objetivos en los próximos Juegos Nacionales Conade?

Tenemos 18 chicos que van a estar compitiendo en la etapa Macro Regional, pero la clasificación del judo a Juegos Nacionales ha cambiado bastante, y en este filtro se encuentran entidades muy fuertes como Jalisco, Querétaro, Guanajuato y Estado de México. Todas estas entidades tienen bastantes participantes, entonces queremos buscar la clasificación de varios deportistas, principalmente de las edades más pequeñas y desarrollarlos para que peleen por una medalla.

¿El hecho de ya haber trabajado en Cecufid, te da una fortaleza en esta etapa?

Es algo que fortalece porque de todas las experiencias se aprende, estuve cinco años como jefe del departamento de deporte selectivo, entonces mi paso por la dependencia fue muy nutritivo, pasamos por cuatro directores que me dieron la confianza, estoy agradecido por todo lo que aprendí, pues creo que es algo que nos va a servir para desarrollar al judo en Michoacán.

¿Cómo será la relación con las autoridades deportivas?

Mantenemos una buena relación, el respaldo del director Raúl Morón Vidal está ahí, la verdad es que me topo con un panorama ideal. Sabemos que el recurso económico no alcanza para todo, pues muchas veces se tienen que repartir 10 pesos entre muchos, pero trabajaremos con lo que nos toque y también con lo que generemos como asociación.

¿Qué tanto ha cambiado el judo con el que creciste al que te estás encontrando en este momento?

Primeramente las generaciones ya han cambiado mucho, pero también todo el tema social y el desarrollo físico de los chicos, pues este se modificó por la pandemia. También hay un reto con los niños, ya que ahora no se juntan para jugar en los espacios físicos, en las canchas o los árboles, sino que lo hacen en un celular, con una computadora o una consola de Xbox.

Es importante hacer el llamado a los padres de familia a que se acerquen con nosotros en las instalaciones de Cecufid o en el auditorio polivalente del Cder, todos los días a partir de las cuatro de la tarde ya encontrarán con quién dirigirse.

¿Al interior del estado cómo está la práctica del judo?

Ese es otro reto que tenemos como asociación, pues la disciplina prácticamente está focalizada en Morelia y lo que queremos es ver la manera de generar nuevos grupos. En Uruapan hay un caso interesante con un chico que es colombiano que ya había empezado a trabajar, pero desgraciadamente hace algunos años le faltó el respaldo de las autoridades municipales, lo que le obligó a dejar su grupo de iniciación. Esta experiencia nos enseña que debemos encontrar las vías para incentivar el modelo de negocio para los entrenadores, con el objetivo de que puedan tener un sustento y dedicar el tiempo que se requiere para el desarrollo deportivo.