Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- Desde el pasado mes de marzo no saben lo que es pisar una cancha de futbol. Cuando la pandemia por Covid-19 tomó por asalto al país, la Liga Municipal de Futbol Morelia se encontraba a mitad de temporada y ahí se quedó.
El club Arriaga Rivera que se había estrenado uniforme para el torneo, se encontraba entusiasmado porque iba mejorando su rendimiento con el pasar de las jornadas y tenían esperanzas de alcanzar lugar para lo que sería su primera liguilla en la historia.
Sin embargo, en cosa de días la situación se volvió insostenible y los directivos decidieron suspender toda actividad hasta nuevo aviso. Se cerró la Unidad Deportiva Cuauhtémoc (UDC) y el pasto comenzó a crecer de forma desmedida tras el abandono.
Los jugadores del Arriaga Rivera se quedaron sin futbol junto a otros 20 mil futbolistas amateur que cada fin de semana hacían de los partidos su momento de recreación, era su "primera división profesional" e inclusive una tradición que se forjó con el pasar de los torneos.
Aunque en un inicio parecía que la cosa sería de uno o dos meses, la pandemia fue mostrando de a poco la cruel realidad. Al menos tres intentos se han tenido por parte de los dirigentes para reactivar el torneo, pero el semáforo se ha encargado de decirles que ni lo sueñen: en 2020 nada de futbol.
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Clubes como el Deportivo Capichuela, que pertenece a la categoría de Veteranos, comenzaron a exhibir desesperación, pues a sus jugadores ya les come el ansia de patear un balón, no importa que el resultado del encuentro sea en contra.
Y es que este era un año especial para ellos, pues por fin debutarían como la franquicia Deportivo Capichuela, pero al no tener liga de forma indefinida, todo ha quedado en un anhelo pausado.
Inclusive, para este 2020 hubo jugadores que tras un retiro de años, se habían animado a volver a las canchas, pero Covid-19 se encargó de acabar con cualquier tipo de motivación.
Este es el caso de Diego Ahumada García, quien a sus 35 años de edad se propuso regresar a las canchas. Y es que aunque en su adolescencia era un jugador empedernido, las obligaciones laborales lo fueron alejando del futbol al grado de que ya ni a las "cascaritas" asistía.
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"Tengo como 10 años sin jugar un solo partido, en mi casa siempre miraba el futbol por televisión, pero nunca me pasó por la mente volver a estar en un equipo, hasta que recibí la invitación del Deportivo Capichuela y me animé".
Diego Ahumada se volvió a emocionar como si fuera un niño otra vez. Se compró nuevos zapatos de futbol, espinilleras y hasta se hizo de una maleta especial para los días de juego. Pero nada, su debut tendrá que seguir esperando.
"Tengo como 10 años sin jugar un solo partido, en mi casa siempre miraba el futbol por televisión, pero nunca me pasó por la mente volver a estar en un equipo, hasta que recibí la invitación del Deportivo Capichuela y me animé"