Desahogarse en la lucha libre

En la colonia La Joya funciona cada domingo un ring en el que técnicos y rudos hacen las delicias de los espectadores

Víctor Ruiz | El Sol de Morelia

  · miércoles 28 de diciembre de 2022

Foto: Cortesía | Strong Classic Wrestling

Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- Los domingos en la colonia la Joya el ambiente se divide entre técnicos y rudos. Al lugar, de a poco van arribando las familias que han hecho de la lucha libre una tradición exclusiva de los fines de semana. Es el episodio nueve de Sólido, la temporada con la que Strong Classic Wrestling promueve este deporte en la ciudad.

Aunque el sitio no está cerca de estar lleno, la mayoría de los asistentes se conocen entre ellos y tienen bien definidos sus asientos y también a los luchadores que van a apoyar. Mientras arriba del ring el Príncipe, Dark Raziel, Hades y Obituary se están peleando la llamada Piñata Match, los gritos del público no cesan.

“¡Principuto, principuto!”, “ahí te va un bolillo”, “así le pego a mi vieja”, son algunas de las expresiones que se escuchan desde uno de los rincones del salón. Carlos Macías Torres, quien lleva seis años asistiendo casi religiosamente a las funciones, forma parte de la porra conocida como “La mesita”, un grupo que se caracteriza por apoyar a los luchadores rudos.

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“A lo mucho me he perdido cinco funciones en todo este tiempo. Aquí siempre vienen las mismas personas, muchos son familiares de los luchadores, aficionados fieles y estamos nosotros, la porra más ruda del lugar”.

La Mesita nació cuando el grupo de amigos decidió llevar una mesa al lugar con el objetivo de tener donde colocar las bebidas y la botana. Esa misma tarde, el objeto fue destruido por uno de los luchadores, pero el apodo de la porra quedó registrado desde esa función.

A partir de ahí, los integrantes del grupo de animación son constantes, gustan de celebrar a sus luchadores y mentar la madre a todo técnico que se les cruce por enfrente.

“Los luchadores saben que todo forma parte del espectáculo, entonces a veces se nos avientan porque entienden que nosotros aguantamos, pero cuando acaban las funciones, los saludamos sin ningún problema y muchos de ellos ya los consideramos nuestros amigos”.

Uno de los favoritos de la gente es Cruz del Silencio, un luchador sordomudo que se ha ganado el cariño de los aficionados. En cuanto hace su aparición, todos hacen la señal de aplausos para que sepan que están de su lado.

El luchador moreliano hizo su debut en el ring en el mes de enero del 2008, esto como consecuencia de una afición que tenía desde niño cuando veía en la televisión las películas del Santo y Blue Demon.

Su técnica se centra en volar a lo largo y ancho del ring. En el momento que hace una maniobra con la cual queda satisfecho, inmediatamente hace una señal con la que los aficionados lo distinguen.

Un momento cumbre en la función es el arribo de René Rocks, quien interrumpe bruscamente al personaje de Santa Claus que se encuentra enviando un mensaje de paz y amor. “Strong Classic no debe prestarse a esto, no es un circo”, expresa ante los vítores y abucheos que se mezclan entre el público.

René Ochoa es precisamente el encargado de organizar las funciones de cada domingo, mientras que en la semana imparte clases de lucha libre. Su carrera inició en el 2007, cuando apenas tenía 17 años. No duda en afirmar que la lucha libre le salvó la vida, pues en aquella época atravesaba una etapa complicada que derivaba del divorcio de sus padres.

La cartelera por más de dos horas se complementa con la presentación de Ejecutor Jr., Ángel Dorador Jr., Ray Magno Jr., Poison y el Emperador Sairy, este último posicionado como una de las grandes leyendas que tiene la lucha libre moreliana.

Las llaves, las maromas y los castigos aplicados con palos, encendieron el ambiente del público. La última función del año dejó nuevas promesas para enero, ya que los luchadores Hades y Toro Machine acordaron llevar a cabo una pelea de máscara vs cabellera, lo que desató una expresión de júbilo que retumbó en el salón.

Isaac Paz, miembro de La Mesita, expresa que a final de cuentas el asistir a la lucha libre sirve como método para desahogarte y poder gritar lo que en la semana no puedes hacer frente a tu jefe laboral, pero también, añade, es el espacio ideal para el relajamiento y la convivencia con los amigos.