Morelia, Michoacán-(OEM-Infomex).- Expertas en temas de género, activistas del feminismo y periodistas especializadas coinciden en que entre los medios de comunicación prevalece una simulación de dar mayor espacio al deporte femenino. Sin embargo, la cobertura no es eficiente y adecuada, ya que prevalece la sexualización de las atletas. Encima, se subestiman hazañas deportivas, ponen en duda su capacidad e incluso se comparan sus logros con los de los varones.
Aide Nohemi Cerero Ramírez, coordinadora de la cobertura de Juegos Olímpicos para el colectivo Luchadoras, señala que hay más periodistas deportivos varones en los medios, los cuales son conductores, narradores o analistas, dejando fuera o con poco espacio a las mujeres.
"Si ellos son los que narran o cubren el deporte femenil, pues lo hacen bajo machismos internalizados; como minimizarlas, diciéndoles a las atletas o deportistas 'niñas', diciéndoles 'Laurita' (…), minimizando la importancia que tienen", en lugar de llamarlas por su nombre, explica Cerero.
También, erróneamente se les compara. Por ejemplo, en 2016 la gimnasta Simone Biles, quien había conseguido dos oros en los Olímpicos de Río y fue campeona del mundo en tres ocasiones consecutivas, se le asoció con dos atletas hombres de otras disciplinas, a lo que la estadounidense simplemente respondió: 'No soy la próxima Bolt o Phelps, soy la primera Simone Biles'.
"Es esta idea de siempre compararlas con un hombre que es histórico y no se les reconoce realmente su labor, su trayectoria y todo lo que han realizado. Son muchos machismos que continúan; es muy distinto cómo cubren un deporte femenil a cómo cubren uno varonil", manifiesta Nohemí. Además, persisten comentarios innecesarios respecto a los cuerpos de las deportistas, con énfasis en atributos que no tienen relación con su desempeño en la cancha, la duela o el tatami.
Claudia Pedraza Bucio, doctora en Ciencias Políticas y Sociales, especialista en temas de género, periodismo y deporte, destaca que cada vez existe más conciencia entre los medios sobre la necesidad de cambiar su narrativa sobre el deporte femenil. No obstante, esto ha surgido gracias a periodistas y el nacimiento de otras modalidades de comunicación, mismos que elaboran material con perspectiva de género y feminista.
Apunta que esto propicia que los medios tradicionales perciban la necesidad de incorporar herramientas, manuales y cursos para sus reporteros, quienes también acuden a dichos recursos, puesto que no todas las empresas los proporcionan.
Pese al aparente interés de las corporaciones por capacitar a sus empleados en este rubro, Claudia sostiene que la formación debe realizarse en toda la esfera, no únicamente en redacción o entre los que aparecen a cuadro; también se requiere instruir a los que están detrás del lente, en direcciones y a la cabeza principal del medio, pues es labor de todos y no solo es hablar o colocar mujeres, sino tener la capacidad de verbalizar datos pertinentes, bajo conocimiento y con amplio respeto hacia la trayectoria de la deportista.
Con este objetivo, y tomando en cuenta que los colegas varones han mostrado curiosidad por mejorar en su labor, Adrianelly Hernández, junto con Luchadoras, elaboró Sacúdele el machismo a tu cobertura deportiva: manual que ejemplifica nueve puntos a evitar en el periodismo deportivo.
La especialista deportiva lo realizó con miras los Juegos Olímpicos para ofrecer una cobertura feminista, para destacar los hitos y las victorias de las atletas en Tokio, principalmente de las mexicanas, las cuales tienen menor espacio en medios, pues el futbol cobra mayor relevancia en el país.
A partir del 2017, con la creación de la Liga MX Femenil, esta rama comenzó a sobresalir, no obstante, varios comunicadores quedan evidenciados por su falta de preparación. De tal modo, este año la propia liga publicó una guía de medios con la que indica los nombres o apodos preferidos por cada jugadora.
La acción fue bien recibida, aunque queda mucho por trabajar, sobre todo en que las atletas no sean vistas como un objeto de consumo.