Morelia, Mich (OEM-Infomex).- Alegre, irreverente y con un imponente carácter, son sólo algunas de las características que los exfutbolistas, Heriberto Ramón Morales y Claudio Da Silva Pinto, recuerdan del entrenador Tomás Boy Espinoza, quien falleció el pasado martes a causa de una tromboembolia pulmonar.
En entrevista con El Sol de Morelia, Heriberto Ramón Morales recordó el paso que tuvo el llamado “Jefe” con Atlético Morelia y posteriormente con Monarcas, equipo con el que destacó y logró llevarlo a una final de liga en el Clausura 2011.
“Me tocaron diversas etapas con él, tanto como jugador como dirigente. Al principio lo sufrí porque yo era joven y él un entrenador muy exigente, de los que hay cada vez menos. Mi relación era complicada porque no me tenía contemplado, pero luego fue totalmente a la inversa, proyectó mi carrera al cien por ciento y pude crecer en el ámbito profesional”.
Sobre el romance que tuvo Tomás Boy con los colores rojiamarillos, consideró que siempre tuvo una conexión muy grande con el equipo y la afición, pues disfrutaba de la ciudad y le tocó vivir a ese moreliano que se apasiona y se engancha cuando se está en los altos niveles.
Respecto al fuerte carácter que tenía el también exfutbolista de Tigres, señaló que esto se debía a que era un tipo que le gustaba la excelencia, que las cosas se hicieran lo mejor posible y que se expresaba de tal manera porque lo sentía y no porque buscara lastimar.
Al calificarlo como el mejor formador de talentos y un impulsor de carreras profesionales, Heriberto Ramón Morales agregó que el futbol mexicano requiere de más personajes como el “Jefe”, que sean estudiosos y trabajadores.
Me abrió las puertas del futbol mexicano
Por su parte, Claudio Da Silva Pinto, también conocido como “Claudinho”, expresó que Tomás Boy fue la persona que le abrió las puertas del futbol mexicano y de Morelia, por lo que se dijo un eterno agradecido con el entrenador.
“Yo lo recuerdo como una persona que daba mucho, muy dedicada, le gustaba que su equipo jugara futbol, que metiera goles, era muy alegre y es verdad que tenía sus momentos en que se enojaba, pero eso es normal en cualquier club”.
Para el brasileño, la personalidad del timonel es lo que hacía que sus equipos siempre fueran identificados por la gallardía y para ejemplo, recordó aquel Atlético Morelia del año 1997, el cual logró eliminar al América en cuartos de final y se quedó a escasos minutos de superar la ronda de semifinales frente a Chivas.
Añadió que lamentablemente en el balompié azteca ya no existen perfiles como el de Tomás Boy, quien siempre buscó que el futbol no perdiera su esencia de ser ofensivo, buscar goles y, sobre todo, dar el espectáculo que la afición merecía en las gradas.