Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- La presencia de las mujeres en las competencias de autos dejó de remitirse a ser asistentes o espectadoras. Hoy, en Michoacán brilla una generación que se pone al volante y gana circuitos reñidos donde antes solo se observaba a los varones, que participa activamente como oficiales de control o como copilotos que se suben al podio.

“Vamos por la igualdad”, manifiestan cuatro michoacanas involucradas en el rallismo. Sin embargo, reconocen que para llegar a este punto han sido años de trabajo, preparación, aprendizaje y apoyo de familiares, pues la mayoría inicia en el área de catering.

"Todo comienzo de la mujer en el mundo del deporte motor es muy curioso: eran las esposas de los pilotos las que acompañaban y estaban al pendiente de tomar tiempos, atenderles en los servicios, en cuanto a alimentación e hidratación”, señala Erika Ferrer.

La joven moreliana de 24 años debutó este 2021 como navegante en el Rally Patrio, donde ganó el Grupo 2 con su padre Ernesto Ferrer al volante. Semanas después, realizó parte de la Carrera Panamericana con Benito Guerra, lo cual fue un logro personal e imprevisto.

"Es un orgullo como mujer el poder navegarle al mejor piloto de rallies de México, campeón del mundo, y saber que estuvimos a la altura". Erika destaca que son varias en la parte de servicio, pero ahora también están en logística, controles y cada vez son más las que suben al coche de carreras para dirigir. Aunque el número es menor como pilotos.

Con la misma idea se suma Sofía Berrueta, la cual vivió sus primeros cuatro eventos como guía de un piloto, ya que acompañó a su padre Antonio Berrueta y lograron el segundo lugar en León, la mejor experiencia para la copiloto de 22 años de edad.

"Nunca imaginé que hubiera tanta gente, aparte fui la única mujer, pues eso te hace sentir querida. Cuando ganamos el segundo lugar gritaban '¡sí, mujeres, mujeres!' y te hace sentir bonito", recuerda con la voz entrecortada.

Ferrer y Berrueta aconsejan dejar el miedo, acercarse y preguntar sobre este deporte. "Hay que quitarnos ese estándar de que las mujeres no son para el automovilismo", refuerza Sofía.

Con dicha curiosidad, Paula Calderón es una de las 10 mujeres que desempeñan alguna labor en el Club Automovilístico Morelia AC (Camac), al que llegó hace 13 años como voluntaria. Ahora es oficial de control y miembro de la mesa directiva del organismo que se fundó hace 63 años.

"Es algo que no se esperan de las mujeres, aunque siempre me sentí bienvenida, sí se nota que no es tan común", dice la encargada de tomar los tiempos de las tripulaciones, un papel primordial y que define a los campeones, ya que las décimas hacen la diferencia para otorgar los trofeos.

La mayoría de integrantes Camac son oficiales de control, pero también hay navegantes como Sofía Berrueta, Christel Gil y July Castañón, mismas que aportan a seis equipos activos, entre ellos Ricardo Cordero y Marco Hernández, campeones nacionales y reconocidos por la Federación Internacional del Automóvil.

A pesar de las credenciales del club, Calderón y su compañera de actividades, Marigeel Cortés, indican que son respaldadas, no obstante, faltan iniciativas dentro de Camac y el rallismo nacional para el desarrollo de esta rama en la disciplina.

"Es necesario exponer más el trabajo de las mujeres para que todos vean que sí es posible. No estamos nada más para acompañar a papá, pareja o cualquier familiar. También estamos para desempeñar labores como los hombres, igual o mejor en algunas áreas", reforzó Paula, quien realiza una tesis sobre las mujeres en el rallismo en México, como parte de su maestría en Business of Motorsport.

En ese tenor, el presidente de Camac, Alejandro Gómez García, asegura que buscará la forma de incorporar a más mujeres y retomará las categorías para esta rama en sus eventos.

"Es tiempo de volver a hacer algo, vamos a intentarlo de nuevo. La verdad es que me gustaría ver una tripulación femenina completamente o por lo menos una de las chicas manejando, pues hasta el momento tenemos navegantes".

Todos exponen su interés por mayor participación femenina y que una michoacana tome el volante. Empero, Erika Ferrer resalta que cada ámbito del automovilismo es importante y debe nacer.

"Las personas que son pilotos, hablando de rally, deben tener una habilidad y un don en las manos para manejar. Me considero buena manejando, pero no con un nivel para ser piloto", puesto que Ferrer enfatiza su destreza mental para orientar al piloto y es lo que más le gusta.

Con todo, distinguen que la mujer cobra fuerza y cada vez son más en el deporte motor. "Estamos en casi todos los ámbitos, desde logística, servicios y arriba del auto, pero espero que cada vez sean más las que se sumen al área de mecánica e ingeniería, porque hay mujeres muy capaces", concluye Ferrer.