Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- Es rudo arriba del ring y también abajo de él. Obituary ha sido luchador desde el año 1990, pero esta actividad también la combina con su trabajo en el Zoológico de Morelia Benito Juárez, donde se encarga de cuidar y alimentar a los felinos, osos y elefantes. Adrenalina pura en todas las etapas de su vida.
Cuando caminamos por el parque para hacer la entrevista, los tigres y los leones lo siguen con la mirada, ya lo conocen perfectamente y él no se rehúsa al acercamiento, incluso suele regalarles algunas caricias detrás del alambrado.
Amante del death metal, cuando inició su carrera como luchador decidió que se llamaría como una de sus bandas preferidas del género: Obituary. Al aparecer en las funciones domingueras de Strong Classic Wrestling (SCW), le gusta meterse con la gente, sube a las cuerdas, muestra la lengua y hace la clásica señal del rock and roll ante el alarido de sus fans.
Hijo del Cañonero, quien fuera una leyenda moreliana de la lucha libre, Obituary comenzó su carrera en este deporte desde niño, cuando era obligado por su padre a ir a entrenar, cosa que en un inicio no era del todo de su agrado y varias veces lo hizo claudicar del ring.
“A mí lo que me gustaba era la bicicleta, el skate, pero fue tanto la insistencia de mi padre que comencé a entrenar y con el tiempo le fui agarrando amor a la lucha libre, me di cuenta que era algo muy chido, te hace conocer cada vez más cosas y llegó el punto en el que entrenaba diario de 4 de la tarde a 9 de la noche”.
En la víspera de sus 50 años, Obituary se ha convertido en el formador de la mayoría de los luchadores que rondan en la escena estatal, pero a él no le gusta la palabra “maestro” y dice que simplemente le gusta compartir lo que él ha aprendido con el paso del tiempo.
Al saltar en escena, explica que lo que más disfruta son esos primeros gritos del público, desde los que lo alardean hasta los que se dedican a insultarlo, pero también ha encontrado un vínculo con los niños, con quienes suele comportarse como técnico cuando la función termina.
Como a todos los luchadores, a Obituary le molesta que la gente demerite la lucha libre a un simple espectáculo simulado, pues argumenta que las lesiones no son una casualidad y que, para poder subirse a un ring, afirma que se requieren de arduos entrenamientos.
Siempre tenemos que estar preparados mentalmente, los nervios nunca se te van a quitar. Cuando llego a la función convivo con mis compañeros y siempre nos encomendamos a dios porque sabemos cómo vamos a subir, pero no cómo vamos a bajar
En un inicio, Obituary usaba máscara, pero tras perderla con Arhgo, sus diseños pasan más por la vestimenta, desde las mallas, el short y las playeras de metal que suele usar arriba del ring. También dentro de sus presentaciones, suele aparecer con máscaras de plástico que él mismo personaliza a su gusto.
En la actualidad, en Morelia son tres empresas de lucha libre las que están vigentes y a decir del luchador, es algo que está beneficiando a la comunidad que se dedica a ello, así como a los aficionados, pues percibe un repunte importante de la disciplina.
En su caso, sabe que, por su edad, hay cosas que ya no puede hacer arriba del ring o simplemente no se puede dar el lujo de viajar a funciones fuera de la ciudad y posteriormente regresar a trabajar, pero no niega que le gustaría que alguien de su familia siga con la dinastía que comenzó con su padre el Cañonero.
Sin embargo, aunque sabe que eventualmente deberá decir adiós, aclara que por su mente todavía no está el retiro, que el ser rudo es una cosa que le sigue llenando, toda la adrenalina que implica y el disfrutar de provocar todos los domingos a los asistentes.
También sabe que hay jóvenes que vuelvan de un lado a otro por el ring y que tienen habilidades propias de su edad, pero se enorgullece de presumir que el colmillo largo y retorcido de Obituary, nadie en esta ciudad lo tiene.