Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- Lo que inició como un experimento en el año 2013, de a poco se ha convertido en algo sólido y muy propio de las mujeres, una herramienta de empoderamiento y libertad. Son las Ovejas Negras, el único equipo femenil de Roller Derby de la ciudad.

Cuenta Alma Rosas Escutia, capitana del plantel, que aunque en ocasiones el equipo se ha tambaleado en la fragilidad, existen varios factores que las mantienen como un equipo vigente y que presume de ser ya un rival de considerable peligro.

"Hay varias razones que influyen, como la disciplina, pero también saber que solo de nosotras depende sacar a Ovejas adelante y mantenernos activas. De nuestro compromiso, cada una consigo misma y a su vez con las demás compañeras, estar exigiéndonos cumplir tanto en el equipo como con la Asociación Mexicana de Roller Derby", señala.

Reconocida por sus compañeras como un referente del equipo, Alma confiesa que la clave no está en su liderazgo, sino en el amor al deporte que a todas las une y al mismo tiempo el agradecimiento que se le tiene al roller.

El roller nos ha regalado habilidades que muchas no sabíamos que teníamos, nos ha dado experiencias de viajes, el conocer nuevas personas cada que jugamos con otros equipos, y nos trajo también otra familia sin que lo pensáramos

El sentido de sororidad abunda, es lo que genera una especie de hermandad en donde ninguna permite que la compañera se caiga y mucho menos que deje de sentir la camiseta de Ovejas como propia.

Y es que Alma no duda en mencionar que el roller derby ha sido un elemento feminista en los últimos años, ya que antes de su llegada a México, la mayoría de los deportes estaban calificados para los hombres.

Aunque hay equipos masculinos, la realidad es que el roller se ha quedado con las mujeres, de todas las complexiones físicas y sin ponernos barreras porque creemos que todos los cuerpos son valiosos

Aunque la gente sigue considerándolo como un deporte rudo, Alma Rosas afirma que han aprendido a ignorar los comentarios que ponen como una situación increíble el hecho de que las mujeres se atrevan a patinar.

Dentro de los cambios que ha palpado en su vida a raíz de que comenzó a practicar el roller derby, la jugadora indicó que se ha vuelto más disciplinada y organizada en sus actividades cotidianas.

De la misma forma, presumió que la paciencia ahora es una de sus virtudes, gracias a que aprendió a trabajar en equipo, siempre tomando en cuenta la diversidad de opiniones.

Pero sobre todo me hizo saber que cuando se quiere se puede, que los pretextos y las excusas se las pone una sola, es cuando tú misma te vuelves el principal obstáculo

Alma Rosas dice que sueña con que Ovejas Negras sea campeón nacional. Reconoce que para ello todavía falta mucho camino, pues actualmente se ubican en la posición número nueve de 17 puestos.

No obstante, aclara que lo ganado hasta el momento es más de lo que se hubieran imaginado cuando arrancaron con el proyecto, pues ahora se siente segura de tener una familia que va sobre ruedas.

Organización

Las Ovejas Negras entrenan cada sábado y domingo en diferentes sedes. Además de la parte técnica, tratan de conseguir partidos que les ayuden en el fogueo. Tras el auge que se dio en este deporte dentro del país, ha surgido también una red solidaria entre equipos, quienes se apoyan entre ellos para lograr concretar torneos.

Es decir, si las Ovejas Negras tienen a Morelia como sede de algún torneo, también se encargan de hospedar a sus rivales y ofrecerles una comida de bienvenida. Sin dicho apoyo mutuo, Alma Rosas acepta que sería muy complicado que el roller derby tuviera un crecimiento, ya que recordó que todos los gastos son cubiertos por los propios bolsillos de las jugadoras.

De a poco me enamoré

Cuando Eva Berenice Fuentes Velasco aceptó la invitación para asistir a un entrenamiento de Ovejas Negras, el resultado fue fatal: se fue con ganas de no volver. Relata que eran los primeros años del equipo, pero lejos de tener un buen ambiente, percibió rivalidad entre compañeras y conflictos que eran el pan de cada día.

Sin embargo, explica que el gusto por el patinaje ya lo llevaba en la sangre, por lo que fue la misma vida quien la regresó a los entrenamientos, donde ya se encontró con un plantel más maduro y con objetivos claros. Confiesa que el proceso de aprendizaje no fue sencillo, puesto que la disciplina implica la perfección de técnicas, ubicación en la posición, manejo de patines y el conocimiento amplio de las diferentes reglas del roller.

Por otra parte, entendió que en Ovejas debía acostumbrarse al sufrimiento, a buscar nuevas integrantes constantemente y muchas veces recibir rechazos sin ni siquiera dar oportunidad a presentar una propuesta. Ya con cinco años jugando al roller con Ovejas Negras, Eva Berenice reflexiona y señala que la falta de apoyo por parte de las autoridades deportivas sigue siendo el gran dolor de cabeza del equipo.

Apunta que a veces les niegan el uso de las instalaciones de la Comisión Estatal de Cultura Física y Deporte (Cecufid) simplemente por no ser un deporte tan popular como lo es el futbol o el baloncesto.

Dicho contexto les ha generado bajas con el pasar de los años, pero también celebra que siempre hay mujeres dispuestas a hacer acto de presencia los fines de semana, cuando dedican su tiempo libre a hacer crecer la familia sobre ruedas.

Para Eva está claro, el hecho de que en México sean más los equipos femeniles de roller derby que los masculinos, solo significa que las mujeres han empezado a emparejar el terreno de la igualdad.

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Es el lugar que ocupa Ovejas Negras en una competencia de 17 equipos

El roller nos ha regalado habilidades que muchas no sabíamos que teníamos, nos ha dado experiencias de viajes, el conocer nuevas personas

Alma Rosas Escutia, integrante de Ovejas Negras