Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- Para el multimedallista paralímpico en la disciplina de judo, Eduardo Ávila, el trato que se le da al deporte adaptado en México ha mejorado en los últimos años.
Dentro de su participación en el ciclo de conferencias virtuales que está ofreciendo la Comisión Estatal de Cultura Física y Deporte (Cecufid), el apodado "Judoman" consideró que de 10 años a la fecha, se valora un poco más el esfuerzo que hacen los atletas con alguna discapacidad.
"Tengo que aceptar que ha habido grandes cambios en los últimos diez años, se ha logrado los mismos estímulos a los convencionales que a los paralímpicos y es algo que aplaudo porque ya no hay de alguna forma discriminación, esto nos dice que el Comité Olímpico ha estado trabajando muy bien en este sentido".
Asimismo, el medallista de Beijing 2008, Londres 2012 y Río de Janeiro 2016, aplaudió la labor que han hecho los deportistas discapacitados de Michoacán, pues afirmó que se han ganado todo su respeto y admiración.
Por otra parte, al compartir su historia personal, Eduardo Ávila confesó que fue el judo la disciplina que le salvó la vida y lo recuperó anímicamente tras nacer con una discapacidad visual.
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"No imagino mi vida si no me hubiera encarrerado al deporte, me cambió totalmente la forma de entender el mundo y me preparó para enfrentarlo; el judo se convirtió en una oportunidad y una salvación".
Abundó que fue gracias a sus padres que incursionó en el deporte, pues se percataron de sus limitaciones y decidieron encaminarlo al judo como una alternativa para poder vivir mejor.
No obstante, "Judoman" reconoció que en un inicio fue complicado adaptarse a las condiciones cotidiadanas, ya que tropezaba y chocaba con los objetos o personas, situación que le generaba vergüenza, pero que con el tiempo y los entrenamientos aprendió a superar.
Se debe recordar que Eduardo Ávila tiene daños en el nervio óptico, además de contar con campo de visión reducido; sin embargo, esta condición física no le impidió ganar en los Juegos Paralímpicos dos medallas de oro en Beijing y Río de Janeiro respectivamente, además de un bronce en Londres.
