Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- El frío cala en el Salón de la CNC, pero Sol Vargas parece no sentirlo. Está concentrada, metida en lo suyo, quiere reafimarse que está lista para pelear por el campeonato mundial, ése que le arrebataron en el pasado mes de abril.
El auditorio no está lleno. Hay gente dispersa por todos lados, algunas sillas vacías y mesas VIP que no fueron solicitadas. Eso sí, hay mucho boxeo, 6 peleas amateur, 4 profesionales y una más de exhibición.
Se tiene a la venta cerveza, pero casi nadie se anima a darle un trago. La lluvia y la baja temperatura en Morelia hace que inesperadamente por 20 pesos las sopas maruchan sean el éxito de la noche.
Los boxeadores están en lo suyo, algunos eligen algún rincón del lugar para hacer ejercicios de calentamiento, otros más no dejan sus audífonos y se pierden un rato en su propio mundo.
Van pasando de a poco las peleas amateurs, aquéllas en las que los boxeadores usan caretas y todavía no se puede vislumbrar claramente quién podrá o no dar un salto al ámbito profesional.
El momento emotivo de la noche lo pone Hiram López. Tiene síndrome de down, pero eso no le impide boxear. Cuentan que nunca falta al gimnasio y que una de las cosas que más ama en este mundo es ponerse los guantes.
La ocasión se presta y han decidido organizarle una pelea especial. El cinturón de campeón está en juego e Hiram lo sabe. Desde que sube al ring suelta golpes sin parar, mientras la gente lo alienta.
Tras dos rounds, los jueces determinan que Hiram merece ese cinturón. El pugilista lo celebra, se mueve de un lado a otro, invita a su mamá para que festeje con él.
Ya con el cinturón en mano, Hiram saluda personalmente a cada uno de los asistentes. Les agradece por haber asistido y hasta se da el tiempo de tomarse unas cuantas selfies del recuerdo.
La conmovedora escena da paso a las peleas profesionales. Brandon "Bam-Bam" García hará su debut en las ligas mayores contra el uruapense Viery "Alacrán" Chávez.
Se mira ansioso, se mueve de un lado para otro. Sabe que el momento ha llegado, por lo que ha venido trabajando tantas semanas. Antes de ser presentado y subir al ring, su entrenador Omar Garnica suelta una sonrisa. "Disfruta el momento, cabrón" le dice a su pupilo.
La pelea es intensa desde los primeros segundos. "Bam-Bam" no se mide y trata de dejar todo, demostrar que para nada es a destiempo su salto a la profesionalidad. Omar Garnica no para de darle indicaciones, le insiste en que presione, que no baje la guardia.
En el tercer round Brandon se desboca hacia el frente y con tremendo derechazo le apaga las luces al "Alacrán". El réferi no duda en detener la pelea y "Bam-Bam" corre de inmediato con su entrenador para fundirse en un abrazo de más de 30 segundos.
Llega el momento estelar de la noche. Sol Vargas se presenta y se mira concentrada. Enfrente tiene a Esmeralda Torres, quien no quiere ser trampolín de nadie y llega a Morelia con la misión de arruinar la fiesta.
Se enfrascan en un intercambio de golpes ante el griterío de los presentes. La pelea es reñida, nadie cede. Los derechazos van de un lado a otro. El sudor salta de sus rostros y no se ve que el combate se vaya a definir por nocaut.
Tras varios episodios, los jueces dan como ganadora a la de Apatzingán. Todos aplauden y celebran el triunfo. Sol Vargas está lista para la revancha contra Fabiana Bytyqui en el próximo mes de abril. A final de cuentas, en el salón de la CNC sí terminó haciendo calor.
