Morelia, Mich (OEM-Infomex).- No son profesionales, pero muchos de ellos viven del futbol. Cuando algún equipo del llano, el barrio o alguna liga local los busca, suelen fijar sus condiciones a cambio de rentar sus servicios en el campo de juego. Son los “talacheros”, esos futbolistas que se distinguen del resto y que por ello se convierten en unos nómadas de las canchas.
Moisés Magaña García nació y creció en el municipio de Carácuaro. Aunque desde siempre el futbol lo acompañó, en aquel pueblo de la Tierra Caliente no había oportunidades siquiera de acercarse a los clubes profesionales de la primera división.
Sin embargo, a los 15 años varios equipos amateurs comenzaron a interesarse por el talento que mostraba en la defensa central y aunque en un inicio jugaba sin cobrar un solo peso, con el paso del tiempo esto cambió.
“Después me invitaban a jugar a cabeceras municipales en distintos torneos, pero solo me daban lo de los viáticos. Posteriormente, cuando empecé a crecer y tener más conciencia, me negaba a participar en los equipos y fue que me ofrecían un pago monetario”.
En su caso, por la posición en la que se desempeña dentro del campo, los cobros que llega a hacer es el pago de los viáticos más 700 pesos por partido, pero señala que son los mediocampistas y delanteros los que más llegan a cotizarse en el mercado con honorarios que alcanzan hasta los dos mil pesos en ocasiones y bonos adicionales por goles anotados.
“Hay amigos talacheros que han hecho del futbol su fuente principal de ingresos, entonces juegan en prácticamente todas las ligas que los invitan, pero además se van a otros municipios como Ciudad Hidalgo, Uruapan, Churumuco y Huetamo”.
Al dedicarse a la “talacha”, subraya que en algunos casos la exigencia en un plantel es mayor a comparación del resto de los compañeros, pues los entrenadores lo que esperan del jugador contratado es que “se cargue el equipo al hombro”
Si bien los “talacheros” han existido desde hace mucho tiempo, Moisés Magaña refiere que en los últimos años ha tomado un revuelo más fuerte, de tal manera que en Morelia es común encontrarlos en todos los torneos y ligas.
“Para mí el hecho de que se tengan talacheros en las competencias hace que sean más atractivos los partidos y como jugador te esfuerces el doble, el que te prepares más y dediques un mayor tiempo al entrenamiento de tu cuerpo”.
A sus 32 años, Moisés Magaña se siente en un buen nivel físico y futbolístico para seguir dentro de la “talacha”, por lo que en caso de que se presente una buena oferta en el mercado llanero, no dudaría en aceptarla.
Afectación en la competencia
A decir del presidente de la Asociación Michoacana de Futbol Rápido y Diversas Modalidades, Ismael Herrera, la talacha se ha hecho un vicio dentro de este deporte, pero considera que se está afectando en el plano competitivo.
“Ya los jóvenes jugadores prefieren irse con los equipos que le ofrezcan un mejor pago o unos zapatos de futbol, ya no eligen a aquel plantel con el que saben que tienen más posibilidades de competir, entonces sí se está perdiendo la esencia del deporte”.
En el mismo sentido, lamenta que la entrega que hacen los “talacheros” en el terreno de juego varía, ya que asegura que no dan el cien por ciento por los diferentes compromisos que tienen con otros clubes y torneos.
Ismael Herrera aclara que no se trata de criticar a aquellos que se dedican a esta actividad, pero argumenta que debería estar mejor organizada la “talacha” para fijar candados; sin embargo, también dijo entender que la mayoría de las canchas son privadas y todos buscan recuperar su inversión.
Por ello, propone como solución que desde las instituciones públicas se tengan más canchas y torneos, ya que sería una manera de asegurar competencias donde se dé oportunidad a que los jóvenes compitan en igualdad de circunstancias.
El presidente de la asociación añade que muchos jugadores han hecho de esta dinámica un modo de vida, entonces se debe entender que son fenómenos que están muy arraigados en el futbol y que ya no existe más el llamado “amor a la camiseta”.