Sobre la avenida 5 de Mayo, la vialidad principal de la ciudad de Zamora, se erige majestuoso el templo de San José; no es la catedral ni el Santuario Guadalupano, pero su imagen no permite desdeñarlo.
El próximo 19 de marzo se festeja en la comunidad católica al padre de Jesús, quien de acuerdo al Evangelio de Mateo era de oficio carpintero; es por ese motivo que también en esa fecha se conmemora en México y el mundo a todos los artesanos.
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En Zamora la comunidad católica podrá recordar en su día a San José acudiendo al templo que está levantado en su honor, no sin antes contemplar la edificación, con su estilo neoclásico y elementos de arquitectura modernista de mediados del siglo XX, que luce imponente y atrae las miradas de ciudadanos, pero sobre todo de los viajeros y turistas que terminan cautivados por el templo.
La construcción del inmueble levantado en honor a San José dio inicio a mediados de 1880, el mismo año en el que Thomas Alva Edison fundó la Compañía de Iluminación Edison en Nueva York para comenzar la industria de la energía eléctrica.
En 1914, año en el que comenzó la Primera Guerra Mundial, la construcción del templo de San José fue abandonada, y no fue retomada sino hasta 37 años después, en 1951. En ese periodo de incertidumbre por continuar la obra, el edificio fue rentado como establo para vacas; en ese estado se mantuvo de 1931 a 1942.
El 15 de enero de 1931 en México ocurrió un fuerte terremoto, el cual destruyó la fachada del recinto religioso en Zamora, un duro golpe para continuar la construcción del templo.
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En 1951 se retomaron las obras de construcción y en 1960 se consagró el templo, el mismo año en el que el papa Juan XXIII nombró por primera vez cardenal a un religioso de raza negra, Laurean Rugambwa.
La finalización de la construcción del templo de San José que se encuentra en el centro de la ciudad de Zamora ocurrió en 1960, el mismo año en el que fue lanzado el Enterprise, el primer portaaviones impulsado por energía atómica.