Morelia, Michoacán.- Con el clima fresco, lluvioso o muy frío se antoja una rica bebida caliente, ya sea un café o un té. Este último menos popular pero preferido por muchas personas. En los últimos años se ha popularizado la tisana y aquí te contamos en qué consiste cada una.
Té: Se caracteriza por ser una bebida medicinal y de origen milenario. El té es una planta (Camella sinensis), cuyas hojas se utilizan para preparar la bebida del mismo nombre, té. Su origen se remonta a la antigua China, aproximadamente en el 2700 a.C. Con el paso de los siglos el té paso a tener más adeptos y comenzó su expansión por Asia y Europa para finalmente llegar al continente americano.
Existe también el té verde, té negro y té oolong, que derivan de la misma planta pero la diferencia radica en el procesamiento de las hojas que finalmente da lugar a diferentes colores y sabores. Esta bebida tiene su celebración, el 21 de mayo, Día Internacional del Té.
Infusión: Esta bebida se obtiene de la mezcla agua caliente con de hojas, flores, raíces, cortezas, semillas o frutos de algunas hierbas y plantas. Las más comunes en México son de manzanilla, canela, hierbabuena o menta, sin embargo muchas personas lo llaman té. Por ejemplo, el ponche de frutas navideño, café o el agua de jamaica también son un tipo de infusión.
- Te puede interesar: ¿Amaneciste con cruda? Por esto no te la debes curar con más cerveza
Tisana: Para hacer esta bebida comúnmente se utiliza una mezcla de hierbas con frutos y especias, es decir, también se trata de una infusión pero su principal diferencia son las propiedades, sabores y beneficios que aportan. Entre los sabores más comunes está la tisana de frutos rojos, cuyos ingredientes están deshidratados y al mezclarlos con agua caliente liberan su sabor.