Morelia, Michoacán.- Actualmente la fabricación de la goma de mascar ya no se realiza de manera natural, como cuando era elaborado con la savia del árbol chiclero o chicozapote, que se encuentra en México.
El chicle fue creado por los pueblos mayas, ya que fueron los primeros en producir este producto con el polímero, además la palabra chicle es de origen náhuatl y proviene de la voz yzictli, mientras que en maya era llamada sicte.
El árbol chiclero también conocido como chicozapote, se encuentra desde México hasta Sudamérica, sobre todo en climas tropicales. Esta planta fue introducido en Filipinas a través del Gaelón de Manila, y que actualmente crece en otros países como Bangladesh, Indonesia, Malasia, entre otros.
El chicle llegó debido a que el presidente Antonio López de Santa Anna, en su exilio en Estados Unidos, se hizo llevar un cargamento del producto, ya que lo consumía constantemente, por lo que un conocido de él, Thomas Adams lo industrializó para sustituirlo por el caucho, pero el material resultó ser muy blando.
Entonces, el segundo plan de Adams era comercializarlo como alternativa a la parafina, y hasta 1871, se lanzó como goma de mascar con el nombre “Adams New York Chewing Gum”. Cuatro años más tarde, agregó jarabe de arce y regaliz para darle un buen sabor.
Hasta 1880, William White produjo Yucatán, su propia marca de chicle, el cual se popularizó en 1915 cuando envió una caja de tablillas a todas las personas que aparecían en las guías telefónicas en Estados Unidos.
¿Por qué nos encanta el chicle?
El motivo por el que nos encanta este producto se debe a su sabor ligeramente dulce, además que tiene varios beneficios desde la salud oral hasta la salud mental.
Entre los beneficios de los chicles está que ayuda a eliminar los residuos de comida cuando no puedan cepillarse los dientes después de comer, también mascar chicle sin azúcar puede proteger sus dientes de bacterias y las encías.
Otro beneficio es que a nadie le gusta tener un mal aliento, sobre todo después de comer. Así que con el chicle se puede refrescar el aliento, es decir, tapar el olor de la cebolla o del ajo.
Si necesitas una manera de controlar tus nervios, el chicle es una opción, ya que mejora el estado anímico, reducir el cansancio y calmar los actos repetitivos y la bajada de nivel de cortisol.