Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- Este 3 de diciembre se conmemoran dos días internacionales relacionados con la salud: el primero, Día Internacional del Médico, propuesto por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en memoria del cubano Carlos Juan Finlay Barrés, descubridor del Aedes Aegypti como agente transmisor del paludismo.
En un principio se le denominó Día Panamericano del Médico; sin embargo, por las aportaciones de Finlay Barrés a la medicina y salvar la vida tanto de civiles como de soldados en América Latina, se escogió el día de su nacimiento para celebrar el trabajo de los profesionales en esta área
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Por otro lado, también es el Día Internacional de las Personas con Discapacidad, iniciativa declarada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en la Asamblea General de 1992, contenida en la resolución 47/3.
La conmemoración busca “promover los derechos y el bienestar de las personas con discapacidades en todos los ámbitos de la sociedad y el desarrollo, así como concienciar sobre su situación en aspectos de la vida política, social, económica y cultural”.
Aunque parecen ser temas distintos, los dos son caras de una moneda, ya que ambos comparten un elemento en común: la salud. Por este motivo, es de importancia sensibilizar a la población acerca de los servicios sanitarios y su papel en la inclusión de las personas con discapacidad.
Cerca del 15 por ciento de la población mundial presenta algún tipo de discapacidad
De acuerdo con la OPS, el término personas con discapacidad aplica cuando el individuo tiene una deficiencia a nivel física, mental intelectual o sensorial a largo plazo que, en conjunto con otro tipo de barreras, obstaculiza su participación plena y efectiva en la sociedad en igualdad de condiciones con los demás.
Estas limitaciones pueden ser desde la audición –pérdida parcial o total del sentido–, movimiento, dificultades para el aprendizaje o el razonamiento y agudeza visual –ya sea desde el nacimiento o a lo largo de la vida por ausencia o pérdida gradual del sentido–.
Igualmente se incluye combinaciones como la sordoceguera –que aparece cuando cuando hay una deficiencia en vista y oído que implica restricciones en la orientación, movilidad, comunicación y acceso a la información–, la psicosocial – que contempla alteraciones en el pensamiento, percepciones, emociones o sentimientos– y la múltiple.
Asimismo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) añade que la idea “remite a la interacción entre personas que tienen algún problema de salud (como parálisis cerebral, síndrome de Down o depresión) y ciertos factores personales y ambientales (como puede ser actitudes negativas, medios de transporte, edificios públicos inaccesibles o escaso apoyo social)”.
Ambos organismos, con base en el Informe Mundial sobre la Discapacidad, mencionan que aproximadamente el 15 por ciento de la población mundial –es decir, unos mil millones de seres humanos en el planeta– presentan algún tipo de discapacidad.
Por otra parte, se calcula que unos 190 millones –cerca del 3.8 por ciento– de personas mayores de 15 años experimentan dificultades en sus actividades cotidianas que exigen la atención de los servicios de salud.
En el caso de México, con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) con base en el Censo de Población 2020, más de siete millones de personas en el país –aproximadamente el 5.7 por ciento de los habitantes del territorio– presentan discapacidad o algún problema o condición relacionada con afectaciones en la salud mental.
De las personas que tienen alguna condición en la esfera mental, 41 por ciento tiene dificultades para caminar, subir o bajar, ver, oír recordar o concentrarse así como hablar o comunicarse. Además de que cerca del 19 por ciento de las personas con discapacidad son analfabetas.
En cuanto a la prevalencia por género, se observa un ligero aumento en mujeres (5.79 por ciento) en comparación con los hombres (5.59 por ciento) respecto a la media federal y a nivel nacional, las entidades que reportan un aumento en personas con discapacidad son Oaxaca (7.22 por ciento), Guerrero (6.78 por ciento) y Tabasco (6.71 por ciento).
¿Cómo intervienen los servicios médicos en la inclusión de las personas con discapacidad?
De manera universal, la OMS fomenta entre sus estados miembros acciones que promuevan la inclusión de las personas con discapacidad al igual que el acceso de las mismas a los servicios de salud.
Algunas de las actividades son la recopilación y análisis de datos acerca de la discapacidad para su divulgación, formulación de políticas de salud enfocadas en este sector de la población, estrategias para facilitar información a las personas con discapacidad sobre sus derechos y la atención proporcionada por los servicios médicos, entre otros.
En México, según datos del Inegi, el 76 por ciento de las personas con discapacidad o alguna condición de salud mental –unos cinco millones 427 mil habitantes– se encuentran afiliados a la seguridad social comparados con el 74 por ciento de los ciudadanos sin discapacidad.
Finalmente, estudios realizados por médicos para determinar el impacto de los profesionales del área en el tratamiento de las personas con discapacidad, señalan que falta formación en el tema para los estudiantes, aunque son conscientes de su rol sanitario y social en la reducción de las desigualdades para este grupo.
De acuerdo con un análisis sobre educación inclusiva generado en Salamanca, España, las competencias adquiridas por el prestador de servicios de salud son la sensibilización para obtener habilidades sociales y de comunicación, así como la capacidad para emitir informes sobre la incapacitación.
En adición, indican que las intervenciones con mayor impacto se obtienen con el conocimiento de los derechos de las personas con discapacidad, los factores de riesgo, el grado de discapacidad, medidas de acción positiva así como rediseños curriculares asociados a la educación inclusiva.