Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- Michoacán pierde la claridad de sus cielos. Esta es la conclusión a la que han llegado expertos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y organizaciones como la Asociación Internacional Cielo Oscuro, que alerta que la contaminación lumínica avanza a pasos agigantados en las principales ciudades del estado, sobre todo en Morelia.
Especialistas que se han dedicado a estudiar este fenómeno muestran mapas en donde la zona centro de México, en la que se encuentra Michoacán, es la que mayor contaminación registra.
Este fenómeno, a decir de los expertos, tiene grandes repercusiones no sólo en los ecosistemas sino también en la salud de las personas. El problema es que esta situación ha sido poco atendida.
Morelia, en riesgo
Aunque a nivel nacional se han hecho trabajos para regular los daños por contaminación lumínica, en Morelia existe únicamente un apartado en donde se determina esta problemática.
En el reglamento ambiental del municipio de Morelia en su Capítulo XIV, el cual está enfocado en la prevención de la contaminación por ruido, vibraciones, olores y energía, existen dos artículos que hablan acerca de este problema.
El primero se encuentra en el artículo 77, el cual refiere que "Cuando se realicen actividades que generen emisiones de olores, energía térmica y lumínica, ruido o vibraciones, la Dirección implementará las acciones preventivas o de corrección según sea el caso, para evitar que rebasen los parámetros máximos que prevén las normas oficiales mexicanas".
Por su parte en el artículo 88, añade que "la contaminación generada por vibraciones, energía terminal lumínica, radiaciones, ruidos y olores producidas por máquinas, procesos de fabricación y procedimientos de construcción, serán evaluados y medidos por la dirección con los equipos y procedimientos necesarios".
También se trató de entablar una relación con el director de Medio Ambiente del municipio, Walterio Martínez Báez, para que diera a conocer las multas o procesos a los que se enfrentan los ciudadanos que realizan este tipo de contaminación, pero tampoco dio una respuesta.
En 2020, cuando la administración municipal encabezada por Raúl Morón Orozco concluyó con el plan Juntos Iluminando a Morelia, el cual era la continuación del "Plan Luz" que había arrancado la administración 2015-2018.
Para este proyecto, se colocaron 78 mil 200 luminarias de tecnología LED, con un costo de 282 millones pesos; este cambio de luces, abonaría precisamente a ahorros en el gasto de energía en el municipio, además que sería "más amigable" con medio ambiente, reduciendo la cantidad de luz que se emana hacia el cielo.
Fuentes cotaminantes
El doctor y astrónomo del Instituto de Radioastronomía y Astrofísica (IRyA) en Michoacán de la UNAM, René Ortega Minakata, indicó que la principal fuente de contaminación es la luz artificial y que los cielos de las ciudades son los más afectados, mientras que los rurales son los más oscuros, es decir, que mientras más brillo haya en determinado lugar, más contaminación hay.
En el caso de Michoacán, sólo en la parte sur de la entidad todavía se mantienen los cielos oscuros, sobre todo en la zona de la Costa y de la Sierra Madre del Sur, con excepción de Ciudad Lázaro Cárdenas.
Ortega Minakata refiere que las razones por las que aumenta dicha contaminación son el crecimiento poblacional cuando se expande hacia los lados; el diseño de la iluminación de calles y edificios, siendo la iluminación monumental uno de los principales problemas; el diseño de la iluminación artificial que debería apuntar hacia abajo y no hacia arriba y los focos fluorescentes, que de a poco se han ido cambiando por led.
¿Cuáles son las afectaciones de la contaminación lumínica?
En el caso del medio ambiente, la luz artificial altera los ecosistemas nocturnos como las aves migratorias y locales, insectos, reptiles, mamíferos como roedores, pero también a las personas, alterando los patrones de sueño.
De acuerdo con el experto, otros problemas que pueden presentar los humanos son incremento en dolores de cabeza, fatiga, ansiedad y estrés.
Otra de las afectaciones es en la calidad del sueño, pues las ciudades ampliamente iluminadas provocan que se alteren los ritmos de descanso, lo que deriva en problemas sanitarios.