Morelia, Michoacán.- La crisis hídrica que vive el estado ha originado que la pesca se haya reducido hasta en un 50 por ciento durante los dos últimos años, tiempo durante el cual unos siete mil pescadores han abandonado la actividad, señaló el titular de la Comisión de Pesca del Estado de Michoacán (Compesca), Ramón Hernández Orozco.
En entrevista, el funcionario precisó que en 2021 se tenía el registro de que 15 mil pescadores se encontraban afiliados ante la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca). Sin embargo, el 50 por ciento ya no se dedica a esta actividad, o no la tienen como su principal fuente de ingresos.
Lo anterior, indicó, se debe al impacto que están teniendo el cambio climático y la sequía en los ríos, lagos, lagunas y presas de Michoacán puesto que "a menos líquido, se calienta más el espejo de agua", situación que también provoca la presencia de enfermedades en la fauna.
Actualmente, mencionó, en Michoacán se producen cerca de 10 mil toneladas anuales entre mariscos y pescados. Sin embargo, derivado de los efectos climatológicos se prevé que para el estiaje que se espera para 2024, la producción llegue a caer hasta la mitad, registrando cinco mil toneladas de la captura libre en los próximos nueve meses.
Al año, la industria pesquera deja para el estado una derrama económica de cerca de 196 millones de pesos, según la información del Anuario Estadístico de Acuacultura y Pesca, proporcionado por la Compesca.
Esta misma situación se presenta para los acuicultores que en la actualidad, de los 600 registrados, hay activos 400 y que son los principales que cuentan con criaderos de especies como la tilapia, el bagre y la trucha arcoíris, especificó Hernández Orozco.
Las causas de este estrés hídrico, compartió el director de la Compesca, ha tenido su impacto negativo en quienes se dedican, sobre todo, al cultivo de trucha arcoíris por la disminución en la cantidad de agua "donde sus nacimientos se vinieron a menos".
Otro de los factores se dio en la parte económica, principalmente, en el incremento en los insumos para alimentar a las especies, además de quienes dejaron de dedicarse a la pesca y comercialización para subsistir de otros empleos.
"El mayor problema que tienen los acuicultores es la alimentación porque depende de las harinas de pescado y sorgo que se cotizan a precios trasnacionales e internacionales", en los que una tonelada ronda los 30 mil pesos y cada nacimiento ocupa por lo menos una y media.
La crisis, dijo, tiene más fuerza en la Región Oriente que abarca los municipios Áporo, Angangueo, Contepec, Irimbo, Hidalgo, Juárez, Ocampo, Senguio, Susupuato, Tiquicheo, Tuxpan, Tuzantla, Tzitzio y Zitácuaro en los que, hasta 2018, existían 175 granjas acuícolas.
En cuanto a los pescadores perjudicados, añadió el funcionario, estos se localizan en la Región Sur que contempla los 213 kilómetros de la costa michoacana donde se ubican los municipios de Aquila, Arteaga, Chinicuila, Coahuayana, Coalcomán, Lázaro Cárdenas y Tumbiscatío.
También, la disminución en el número de personas dedicadas a la piscicultura se debió a la pandemia por Covid-19, la que "le pegó a muchas gentes y de eso ya no se pudieron reponer", razón por la cual tuvieron que dedicarse a otra profesión a la par de sobrellevar la pesca.
De igual manera, han influido los apoyos que se les han dejado de otorgar en el cambio de los esquemas de las políticas públicas, "hace seis años se les daban subsidios importantes. Hoy solo tienen el Bienpesca que les entrega siete mil 500 pesos al año".
Pese a las circunstancias, resaltó que Michoacán sigue siendo potencia a nivel nacional en este tipo de comercio, sobre todo lo que se produce en las granjas piscícolas donde se aporta al país 20 mil toneladas de tilapia y bagre; 80 por ciento el primero y 20 la otra especie.
Te podría interesar: Se seca la laguna de San José de las Torres en Morelia
En el país, la entidad se posiciona entre los primeros tres lugares en el cultivo de estas especies que tiene mayor presencia en las presas de Infiernillo y Zicuirán, en La Huacana; la Presa del Gallo, en Ciudad Hidalgo; las presas de Tepalcatepec y las lagunas de Churumuco.
