Morelia, Michoacán.- Morelia por su tamaño aún está en tiempo de tomar medidas frente a la escasez de agua que se anticipa como un desafío creciente en las ciudades de todo el mundo. Ante este panorama, la recolección de agua pluvial frente a un fenómeno de crecimiento de la ciudad que implica una mayor demanda se vuelve necesario, expuso Salvador García Espinosa, urbanista y profesor investigador de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH).
El académico nicolaita expuso que la recolección de agua pluvial es una práctica que puede brindar múltiples beneficios tanto para el medio ambiente como para la economía de las ciudades y que desde las políticas se puede incentivar esta práctica y disminuir la huella hídrica.
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El urbanista expuso que la huella hídrica es la cantidad de agua necesaria para producir alimentos y productos y es necesario disminuirla. Conocerla es clave para reducir el consumo de agua. Por ejemplo, un kilo de carne de cerdo necesita seis mil litros, un kilo de lechuga consume 237 litros, un kilo de mango requiere mil 800 litros, una pizza necesita mil 216 litros y una taza de café utiliza 130 litros de agua.
La recolección de agua pluvial consiste en capturar y almacenar el agua de lluvia que cae sobre los techos y superficies impermeables de los edificios.
"Al utilizar el agua de lluvia, estamos disminuyendo nuestra dependencia de los acuíferos y ríos, que son cada vez más escasos y vulnerables", explicó. "Esto tiene un impacto positivo en el medio ambiente, ya que preserva los ecosistemas acuáticos y la biodiversidad", agregó.
García Espinosa también hizo hincapié en la importancia de las políticas y regulaciones urbanas para promover la recolección de esta forma.
"Es fundamental que las autoridades municipales consideren incentivos y normativos que faciliten la instalación de estos sistemas en edificios nuevos y existentes", afirmó. "Esto puede incluir subsidios, exenciones fiscales o la inclusión de requisitos en los códigos de construcción".
García Espinosa dijo que esta agua puede ser utilizada para diversos fines, como el riego de jardines, el lavado de vehículos, el llenado de cisternas, e incluso para uso doméstico en el hogar.
El experto destacó que la recolección de agua pluvial no solo ayuda a reducir la demanda de agua potable, sino que también contribuye a disminuir la cantidad de agua que se escurre hacia los sistemas de drenaje, evitando así inundaciones y la contaminación de ríos y cuerpos de agua.
"En ciudades como Morelia, donde la escasez de agua es un problema cada vez más acuciante, la recolección de agua pluvial puede ser una solución viable y sostenible", señaló García Espinosa.
"Además, esta práctica puede generar ahorros significativos en las facturas de agua para los ciudadanos y reducir la presión sobre los sistemas de abastecimiento", abundó el investigador.
El urbanista resaltó que la implementación de sistemas de recolección de agua pluvial no requiere de tecnologías costosas o complicadas. "Existen diversas opciones, desde simples barriles colocados bajo los desagües hasta sistemas más sofisticados con filtros y tanques de almacenamiento", mencionó.
"Lo importante es fomentar la conciencia y la educación sobre esta práctica para que más personas la adopten en sus hogares y negocios", finalizó.