A 95 años de su nacimiento, el legado de Martin Luther King aún sigue vigente en nuestros días, pues la defensa de los derechos humanos es una obligación indispensable para conseguir una vida digna.
De acuerdo a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), las garantías individuales son necesarias para proteger y preservar la humanidad de cada persona, a fin de garantizar que todos puedan vivir una vida digna.
Los derechos humanos contemplan el derecho a la vida, la alimentación y el agua, el nivel más alto posible de salud, una vivienda adecuada, un nombre y una nacionalidad, la educación, la libertad de circulación y la no discriminación.
Martin Luther King nació el 15 de enero de 1929 en Atlanta, Georgia, EUA; emprendió una lucha pacífica para conseguir la igualdad de derechos civiles de los afroamericanos, de acuerdo a la semblanza publicada por la Universidad Nacional Autónoma de México.
Además se convirtió en uno de los personajes más mediáticos e influyentes de su época gracias a su capacidad de oratoria; durante más de 10 años luchó por los derechos civiles a través de las posturas no violentas.
A pesar de emprender métodos de protesta pacífica fue arrestado en abril de 1963; durante su estancia en prisión escribió la popular Carta desde la cárcel de Birmingham. Dentro de ese ensayo explica el porqué de su lucha.
El 14 de octubre de 1964 recibió el Premio Nobel de la Paz; con 35 años se convirtió en el hombre más joven en recibir este reconocimiento.
Martin Luther King fue asesinado a sus 39 años el 4 de abril de 1968, a las 6:01 de la tarde, mientras estaba en la terraza de la habitación del Motel Lorraine.